Condenan a 12 años y medio en un psiquiátrico al cangués que mató a la pareja de su madre

PONTEVEDRA. La Sección Segunda de la Audiencia de Pontevedra ha emitido sentencia en el caso del joven de Cangas al que un jurado popular declarado culpable de matar a cuchilladas al novio de su madre. Ha sido condenado a 12 años y medio de internamiento en un centro psiquiátrico por un delito de homicidio.

El tribunal aplica a Francisco A.M., de 22 años de edad, la eximente completa de alteración psíquica, y dicta la adopción de una medida de seguridad de internamiento en un centro psiquiátrico en régimen cerrado por 12 años y medio.

El procesado, que en todo momento reconoció los hechos, padece un grave trastorno de la personalidad, dolencia que derivó de un accidente de tráfico con una motocicleta, según se puso de manifiesto en el juicio.

La sentencia, atendiendo al veredicto del jurado, señala que el condenado "no tenía intención de dejar sin defensa a la víctima", ya que el ataque se produjo debido al trastorno mental que padece. Por lo tanto, no contempla la circunstancia agravante de alevosía que elevaría el homicidio al delito de asesinato.

No era esta la tesis que sostenían la Fiscalía y la acusación particular, que habían solicitado una pena de internamiento de 16 y 20 años, respectivamente.

La sentencia también establece una orden de alejamiento del procesado hacia los tres hijos de la víctima por espacio de diez años y deberá indemnizarlos con 11.000 euros para cada uno.

Hechos probados

El tribunal considera hechos probados que el 8 de enero de 2011, cuando Francisco A.M. se encontraba en la cocina del domicilio de su madre, en torno a las 16,15 horas, sin planteamiento previo debido a su estado mental y sin que mediara discusión previa, de forma súbita le clavó un cuchillo en el cuello en dos ocasiones al novio de su madre, subteniente de la guardia civil en la reserva.

El agredido, Jorge Fernández Silvoso, falleció como consecuencia de shock hemorrágico por sección de la arteria carótida, produciéndose la muerte entre 2 y 10 minutos tras la agresión.

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