Desarticulan un punto negro de venta de droga a escolares de toda la ciudad

La excelente coordinación entre las policías Local y Nacional en Pontevedra vuelve a dar sus frutos. Una vez más, los agentes de la Comisaría Provincial culminaron unas pesquisas iniciadas desde la Jefatura de Rafael Areses en relación con una red de jóvenes que, supuestamente, se estaba dedicando a la distribución de sustancias estupefacientes entre escolares en varios puntos de la ciudad.

Las investigaciones se iniciaron a comienzos de la presente primavera, aunque no fue hasta el mes de abril cuando los agentes de la Policía Local imputaron a un joven, vecino de la ciudad, que, según sostenían, se dedicaba a la venta de hachís a pequeña escala a distintos consumidores, entre ellos, al parecer, un número indeterminado de menores de edad.

Identificaciones

Con estos datos en la mano, los funcionarios municipales pusieron los hechos en conocimiento de sus compañeros de la Policía Nacional. Desde ese momento fueron los especialistas del Grupo Operativo de Tráfico Medio de Estupefacientes quienes continuaron tirando del hilo en busca de desenmascarar a las personas que surtían de droga a la que había sido imputada por la Policía Local.

En el marco de las investigaciones y tras varios seguimientos, los agentes tuvieron constancia de que entre los posibles suministradores se encontraba una persona que ya había estado en su punto de mira en procedimientos anteriores, por lo que decidieron intensificar las pesquisas.

Los especialistas de Tráfico Medio de Estupefacientes iniciaron entonces constantes vigilancias y seguimientos a esta persona con el objetivo de conseguir el mayor número de indicios posibles que les llevasen a una detención con argumentos de peso. Tal circunstancia se tornó más complicada de lo que se presumía, pues el sospechoso efectuaba constantes cambios de domicilio y se movía en unos horarios en los que su rastreo se hacía dificultoso hasta el extremo.

Calle Palamios

Pese a ello, la pericia y la insistencia de los investigadores les sirvió para determinar que la persona que estaban siguiendo residía en un piso compartido de la calle Palamios, muy cerca del instituto Valle Inclán y a solo unos pasos de distancia del Sánchez Cantón, dos lugares en los que, según las pesquisas, los individuos que finalmente resultaron detenidos tenían clientes potenciales.

Una vez que los agentes constataron que el citado lugar era la residencia fija del investigado (poco tiempo antes había abandonado otro inmueble por, entre otras cosas, las quejas de los vecinos) pusieron en marcha el operativo encaminado a detener a esta persona y poner punto y final a sus actividades ilícitas.

Tal intervención tuvo lugar el martes. La Policía comenzó por detener a este individuo, que llevaba en su poder 290 euros (cuya procedencia no pudo acreditar) en el momento de su arresto. En su domicilio de la calle Palamios, los agentes se incautaron de 190 gramos de hachís, doce gramos de cocaína distribuidos en numerosas papelinas preparadas para su puesta en el mercado negro, tres plantas de marihuana y una báscula de precisión, indicios todos ellos más que suficientes para su arresto y posterior puesta a disposición judicial.

Colaboradores: Venta a jóvenes en varios puntos

Tras el arresto del principal investigado, el día en el que se produjo el operativo los agentes detuvieron a otros cuatro sospechosos, uno de ellos menor de edad, acusados de dedicarse a la venta al menudeo de hachís y cocaína entre menores en distintos puntos de la ciudad, incluidas las inmediaciones de los centros escolares.

Todos ellos, al igual que el presunto cabecilla, fueron puestos a disposición de las autoridades judiciales, que decretaron su puesta en libertad con cargos.

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