El presunto responsable de la muerte de María Outón Gamallo, la mujer de 68 años de edad que falleció el pasado miércoles atropellada en la parroquia pontevedresa de Mourente ha sido detenido en las últimas horas después de que las investigaciones impulsadas por el Juzgado de Instrucción número 3 de Pontevedra encontrase pruebas suficientes sobre su relación con el accidente.
Se trata del pontevedrés J.J.T.A., de 37 años de edad y sin antecedentes policiales, quien ya se había personado el día del accidente en la comisaría de la Policía Local de Pontevedra, después de que los agentes localizasen su vehículo, un Opel Combo de color blanco, estacionado en las inmediaciones de la plaza de toros de Pontevedra, con una serie de desperfectos tanto en su luna delantera como en el capó que lo relacionaban con el accidente.
Sin embargo, en ese momento no fue detenido porque la Policía Local no pudo certificar que J.J.T.A. fuese el conductor de la furgoneta en el momento del accidente, por lo que el pasado 26 de febrero, la Policía Nacional recibió un oficio del Juzgado de Instrucción número 3 de Pontevedra, en el que se solicitaba que se realizara una inspección técnico policial en el vehículo, así como que se elaborara el correspondiente atestado.
A raíz de las investigaciones, durante la mañana de ayer día 2 de marzo, cuando los agentes de la Comisaría de Pontevedra tenían indicios racionales suficientes para proceder a la detención de J.J.T.A., se enteraron de que éste se encontraba en dependencias de la Policía Local para declarar únicamente como imputado no detenido.
Por ello, se instó a la Policía Local de Pontevedra que, dado el mandato judicial existente, tenían que trasladar J.J.T.A. hasta la comisaría provincial en donde quedó a disposición del grupo de la Policía Judicial encargado de la elaboración del atestado, ante los que reconoció haber tenido un accidente con su coche.
El ahora detenido, según su propia declaración, pensó que había sido golpeado una piedra por lo que no se detuvo, si bien horas más tarde vio en su vehículo unos desperfectos que no podían haber sido causados por una piedra, momento en el que se asustó y se dirigió a la Policía Local de Pontevedra pensando que podría haber atropellado un animal o una persona.
El atestado instruido, junto con el detenido, ha sido puesto a disposición del Juzgado de Instrucción número 3 de Pontevedra esta misma mañana, quien ha decretado su libertad con cargos.
