La Policía Nacional arrestó anteayer a un ciudadano rumano, menor de edad, como presunto autor de un delito de violación a una vecina de Pontevedra perpetrado hace unos días en las inmediaciones de la Alameda. Los agentes de la Comisaría Provincial cerraron de este modo una investigación que habían comenzado tras la denuncia de una joven de la ciudad del Lérez, que afirmó haber sido agredida sexualmente por un individuo extranjero, al parecer de etnia gitana en el citado enclave, en pleno centro de la capital.
El menor, que recibirá el trato ‘preferente’ que se les otorga a los jóvenes que cometen delitos graves antes de cumplir los 18 años de edad, prestó declaración primero en las dependencias policiales de Joaquín Costa y después, tras la redacción del pertinente informe, en el Juzgado de Guardia del edificio de A Parda. Esta última comparecencia, que tuvo lugar en la tarde de ayer por un espacio de algo más de una hora, dictaminó su futuro próximo, al menos por el momento, a la espera de que los hechos sean enjuiciados en su totalidad. Varios miembros de su familia le acompañaron en los exteriores de la instalación judicial de referencia en Pontevedra, y todos ellos abandonaron el lugar rápidamente, en torno a las ocho de la tarde, tras concluir la comparecencia.
Posibles penas
El Juzgado de Menores será el que se tendrá que encargar de dictar sentencia en este caso. La condena (en caso de que el rumano sea considerado culpable), sin embargo, será más liviana de lo que podría pensarse, pues las medidas privativas de libertad (que son de internamiento en centros especializados) no pueden ser superiores a los ocho años, y alcanzan ese tiempo si el juez ve probado que los hechos delictivos se cometieran con violencia, intimidación o con grave riesgo para la vida de la persona afectada. El magistrado, además, nunca podrá imponer una pena superior a la solicitada por el Ministerio Fiscal. Para ser condenado a la pena máxima (que aún así, no se corresponde en absoluto con el delito cometido) el menor debe tener los 16 años cumplidos, una circunstancia que por el momento no ha trascendido, si bien parece lo más probable.
La detención de este ciudadano rumano de etnia gitana es la primera en muchos meses en la ciudad por un delito de violación, a pesar de que han sido varias las denuncias por supuestos delitos contra la libertad sexual. El más sonado, una violación consumada en la avenida de Lugo de la que ya se cumple un año y medio sin pistas de su autor a pesar de los esfuerzos de los investigadores.
