Dos estudios y no uno demuestran que la planta de compostaje provincial propuesta por el BNG ante la Deputación resultaría «absolutamente rentable ». Las cifras hablan por sí solas. De los 60 euros que se pagan en la actualidad a Sogama por el tratamiento de cada tonelada de residuos orgánicos, se pasaría a abonar unos 41, en los que ya se incluyen el trasvase a Sogama de todo el material que no se pudiera tratar, la recogida, el transporte y el tratamiento, y la transformación en compost.
La reducción del coste se vería reflejada de forma automática en los recibos del usuario, según confirmó ayer uno de los promotores del estudio, el concejal y diputado nacionalista, Cesáreo Mosquera. ¿En qué proporción? Dependería de las características de cada ayuntamiento, de su número de habitantes y de lo dispersada que esté su población, aunque se barajan dos topes: uno máximo de 120 euros por vivienda y uno mínimo de unos 60 euros.
Con estos, se daría por amortizada la planta de compostaje, presupuestada en 5,7 millones de euros. Más aún, si finalmente prospera la opción de aprovechar la planta de basuras de A Portela (sita entre Bueu y Moaña), que fue construida a finales de los 90 con fondos europeos, pero que continúa prácticamente inactiva. Únicamente funciona como almacén de la basura que se traslada a Cerdeda, con el consecuente deterioro de los compotúneles que permitirían, desde ya, tratar los residuos orgánicos.
