El bipartito apura la negociación para aprobar el nuevo presupuesto este año

Reunión de la Xunta de Voceiros de la Corporación municipal a principios de 2013. ángel barreiro
photo_camera Reunión de la Xunta de Voceiros de la Corporación municipal a principios de 2013. ángel barreiro

PONTEVEDRA. Pontevedra no respetará el techo de gasto el año que viene. Así lo reiteró ayer el concejal de Facenda, Raimundo González Carballo, para explicar que la «insubmisión» del Concello ante la Ley estatal de estabilidad presupuestaria tiene un único objetivo: generar empleo durante 2014. «Se se respectase ese teito os que sairían gravemente prexudicados serían os veciños», subrayó.

Cumplir con los requisitos estatales sobre el gasto no financiero impediría la licitación de obra nueva el ejercicio que viene y solo permitiría cumplir con los convenios con la Deputación y Acuaes para la construcción del primer tramo de la ronda urbana y del nuevo abastecimiento de agua en el municipio del Lérez, respectivamente.

La rebeldía contra la normativa presupuestaria que preconiza el BNG, y que el PSOE parece respaldar ahora, podría no tener consecuencias prácticas para el Concello. En todo caso, el incumplimiento del techo de gasto obligaría al Gobierno local a realizar un plan económico-financiero que debería entregar a la Xunta de Galicia, que es la Administración tutelante.

A tenor de lo que defiende el tesorero municipal sobre la estabilidad de las cuentas locales, la elaboración de este documento no supondría mayores problemas para el Gobierno local. «O de gastar máis do que se ten é unha práctica que nunca se realizou neste Concello, nin con Pedrosa nin con Cobián. E menos con nós. Nunca se tomaron alegrías nese sentido», argumentó González Carballo, que recordó que la deuda de Pontevedra se sitúa en 19,3 millones de euros, un 16,2 por ciento menos que en 2012. «Debemos ser o concello con menor débeda dende o inicio da crise», presumió.

Segunda reunión

Después de un año con las cuentas prorrogadas, el bipartito apura los tiempos para iniciar 2014 con un nuevo presupuesto. Responsables del BNG y del PSOE se reunieron ayer por segunda vez para negociar el reparto del dinero que gestionará cada concejalía durante el próximo ejercicio. Los departamentos mantendrán el mismo nivel de inversión, aunque la distribución será diferente a la de 2012.

A pesar de que los once ediles nacionalistas parten con ventaja frente a sus compañeros de Gobierno, tres concejales socialistas, el entendimiento entre ambas partes parece fructificar. Al menos así lo ve el teniente de alcalde y máximo responsable de Urbanismo, Antón Louro, que asegura que «afrontamos a negociación coa vontade de chegar a un entendemento o máis axiña posible». El acuerdo podría suponer la aprobación de los presupuestos, cuyo borrador proyecta un gasto de 65,1 millones de euros para 2014, antes de que acabe el año.

Nacionalistas y socialistas volverán a reunirse mañana para estudiar el borrador de las cuentas municipales, que destinarán 6,5 millones de euros (un diez por ciento) al capítulo de inversiones. Los gastos corrientes y de personal suman el 75,2% del presupuesto para 2014: 79 millones de euros.

Unos 248 euros de deuda por cada pontevedrés

Los ayuntamientos de la comarca cerraron 2012 con una deuda viva, que es la cantidad que las administraciones deben a los bancos por la concesión de préstamos, superior a los 32,5 millones de euros. Pontevedra fue, después de Vilaboa y Ponte Caldelas, la localidad que más redujo su deuda en el último ejercicio contable: un 14%. La capital de las Rías Baixas tenía entonces préstamos por 20,5 millones de euros, es decir, que cada pontevedrés debería pagar 248 euros para amortizar estas obligaciones bancarias.

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