El buen tiempo anima las romerías de San Cibrán y Xeve

El tiempo volvió a ser el protagonista en dos tradicionales romerías del municipio. Pero al contrario de lo que ocurre en muchas ocasiones, la presencia de un esplendoroso sol en el cielo realzó ambas celebraciones, al propiciar una masiva afluencia de fieles y devotos.

La jornada festiva comenzó por la mañana en las inmediaciones de la minúscula ermita de San Cibrán. El párroco de Tomeza, José Lorenzo, ofició varias misas que fueron seguidas por numerosas personas. «Fue un flujo humano constante, porque en la capilla cabe poca gente», matizó.

El momento álgido de la jornada llegó con la Santa Misa de las 13 horas, a cuyo término partió la procesión con el santo por el entorno de la capilla. Muchos fueron los devotos que cumplieron con el rito de arrojar piedras sobre el tejado de la ermita para pedir a San Cibrán que les libre del ‘mal de ollo’ y que les espante el ‘meigallo’.

En los últimos años ha cobrado fuerza la utilización de hierbas milagrosas que, una vez pasadas por la imagen del santo, adquieren propiedades curativas. Acompañando a los actos religiosos, la cima del monte de Lusquiños se transformó en un improvisado merendero, donde cientos de comensales dieron buena cuenta de las raciones de churrasco y pulpo, básicamente. Los más pequeños, por su parte, pudieron disfrutar de las atracciones instaladas en el lugar. Una verbena nocturna puso el broche de oro a la jornada festiva.

Virxe das Cabezas

En Verducido (Xeve) también vivieron un intenso día de celebraciones en honor a la Virxe das Cabezas. La misa matinal fue el preludio de la bendición vespertina de ‘roscas milagreiras’ en el atrio parroquial, que fueron posteriormente repartidas entre todos los asistentes. El fin de fiesta lo puso la Banda de Música Xuventude de Barro.

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