El Casino de Pontevedra, la otra gran parada de la Corona

Varias imágenes del álbum personal del catedrático y ex presidente del Liceo Casino y la Cofradía de la Divina Virgen Peregrina, Fernández-Arruty. fernández-arruty
photo_camera Varias imágenes del álbum personal del catedrático y ex presidente del Liceo Casino y la Cofradía de la Divina Virgen Peregrina, Fernández-Arruty. fernández-arruty

Si la Escuela Naval Militar de Marín (ENM) fue el lugar oficial de ‘parada’ para Juan Carlos I y el Príncipe de Asturias, sus visitas al Liceo Casino marcaron los principales actos informales de la Corona en Pontevedra.

El catedrático de la Universidad de Santiago, ex presidente del Liceo Casino y de la Cofradía de la Divina Peregrina, José Ángel Fernández-Arruty, recuerda la discrección que marcó el paso de Juan Carlos I en 1957 /58 por la Escuela Naval Militar. Su estancia coincidió con Arias Salgado como responsable del departamento de Información. Durante el curso frecuentó mucho la amistad de varias familias conocidas de Pontevedra, como la familia Lorente o la familia Rivas. «Era tanto el cuidado del Gobierno de que no se publicitase su estancia que, en una ocasión, una chica de Pontevedra muy conocida, Cita Lorente, celebró el cumpleaños en su casa, en casa de García Camba, y se publicó una foto de ella acompañada del Rey y de sus amigos. La revista Litoral, según cuenta Landín Carrasco, fue sancionada por no pedir permiso para publicarla», rememora Arruty.

Al parecer, el entonces príncipe también solía ir, cuando podía, a misa de Santa María, sobre todo los sábados a la tarde. A título personal, Arruty recuerda la audiencia a profesores adjuntos de Universidad en Zarzuela, donde tuvo una actitud «muy cariñosa y preocupada».

La visita más importante, sin embargo, fue una vez muerto Franco, en el año 1976 cuando estuvo oficialmente en Pontevedra. Visitó el Ayuntamiento, siendo alcalde Queizán Taboada, «y pronunció un discurso precioso en el que dijo que Pontevedra era una ciudad con una gran personalidad». Otra de las cosas que comenta Arruty es que fue recibido en el Santuario de la Peregrina para celebrar allí un Tedeum: «Es curioso decirlo, pero fue recibido bajo palio, y la gente se sorprende de esto. Pero el palio no es una cuestión puramente religiosa, viene de los romanos, es algo puramente civil. Y no solo para los jefes de estado español. Jefes de estado como Portugal, Italia, Francia, tenían este privilegio... hoy afortunadamente superado». En aquella ocasión el ya Rey vino a inaugurar la residencia Príncipe Felipe. Luego volvería más veces, pero no en visita oficial.

Don Juan Carlos recordaba Pontevedra a pesar de no estar muy a menudo. «Era un hombre cercano y muy preocupado. Ya de Rey, en la ENM, siendo yo presidente del Casino, me preguntó si seguía moviéndose el piso del edificio de invierno -algo que ocurría antes del incendio de 1980-. Y le dije que ‘no majestad, eso está completamente superado’», explica el catedrático, que recuerda que el monarca era «más asiduo del viejo parque de la carretera de Marín».

Sobre la abdicación del Rey que se dio a conocer el pasado lunes, Arruty manifestó haberse sorprendido porque solo ha habido en España otra abdicación en la monarquía, la de Carlos V, que murió dos años después. «El lunes quedé impactado y conmocionado. En fin... No me gustaba. Después, al escuchar el discurso comprendí las razones personales. Pero sigue sin gustarme. Puede que ahora esté de moda la renuncia, después de lo del Papa Benedicto XVI, pero no me ha gustado...», finaliza.

Don Felipe

El primer contacto de Arruty con el Príncipe fue en 1985 cuando, siendo alumno de la Academia Militar de Zaragoza, estuvo en Marín en un campeonato interacademias. Hubo un acto de clausura en el salón noble del Liceo Casino en el que se le obsequió con un recuerdo, una dorna de plata, «que le he visto en fotografías de su despacho de la Zarzuela, delante de unos libros», apunta Arruty.

En 1986 el Príncipe llegó a la ENM. Su preparación consistía en pasar por las tres academias militares antes de iniciar sus estudios universitarios (derecho y económicas), pasando por Zaragoza, Marín y Murcia. Ese año frecuentó muchísimo el Casino de Pontevedra. Asistió a una serie de actos y el Liceo tomó la decisión de concederle la medalla de oro de la sociedad, que solo había sido otorgada hasta entonces al almirante Méndez Núñez, que había sido directivo del Casino en el siglo XIX, y a la ENM de Marín por su cincuentenario de su llegada a la ría.

«Venía muchísmo a Pontevedra, no solo al edificio de invierno, sino también al parque, así como algunas veces a la cena y al baile del Carmen, en verano», explica Arruty, para añadir que él fue testigo de excepción de que tuvo un pequeño romance con una chica de Pontevedra, «guapísima, por cierto», que hoy vive en Nicaragua, y que era hija de un compañero de carrera y después militar: el coronel Viscasillas.

«Le acompañó un par de días. Y hay una anécdota que me contó el propio padre de la chica: que una vez él llamó a su casa y le contestó la chica de servicio doméstico. Él le dijo que era el Príncipe y la chica no se lo creyó y poco menos que le colgó el teléfono... Es una anécdota contada por el padre de la chica», insiste Arruty, que reconoce que causó expectación el tener en Pontevedra durante un curso al Príncipe Felipe.

«Cuando le veo ahora me pregunta por el Casino. «¿Cómo le va la vida? ¿Qué proyectos tienen? Siempre dicen que de las tres academias en las que estuvo, de la ENM es de la que tiene mayor recuerdo», así como de su paso por la ciudad.

Arruty le califica como «un chico, sobre todo, muy serio... En eso creo que se parece más a la madre que al padre... Pero muy cariñoso y sobre todo muy inteligente. Sin duda es el heredero más preparado de toda Europa», afirma, para señalar que también es muy detallista, ya que cuando el Liceo Casino hizo el libro conmemorativo del 150 aniversario, en 2005, «le pedimos una fotografía dedicada y nos la envió muy cariñosamente para hacer la portada del libro».

Sobre el futuro que el espera al llamado Felipe VI, Arruty subraya que «hay una gran expectación, pero creo que lo hará bien porque está preparado. Y de alguna manera tenemos que ayudarle todos para que su reinado sea de paz y de provecho». Recuerda que frente al sentimiento republicano, la monarquía está legitimada porque en el año 1978 se aprobó la Constitución, en la que se incluía la forma de gobierno.

¿Cree que Pontevedra es monárquica? «Habrá de todo», dice Arruty. ¿Cuándo prevé que será la próxima visita de Felipe a Pontevedra? El ex presidente del Casino cree que se hará de rogar, ya que sus asistencias a los actos del Carmen serán «más complicadas».

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