El Casino premia la fidelidad de sus socios

El Liceo Casino rindió este jueves un homenaje a 13 de sus socios por los 50 años ininterrumpidos como miembros de la emblemática institución pontevedresa.

El almuerzo tuvo lugar en el Parque de Verano de A Caeira y posteriormente Jaime Olmedo, presidente del Liceo Casino, fue el encargado de imponer las insignias de oro con las que son distinguidos los nuevos socios de honor.

La comida homenaje reunió alrededor de 150 personas en la sede de verano de la institución en A Caeira para asistir a una emotiva ceremonia en la que los trece protagonistas del día fueron Enrique Canosa Caridad, Emilio Castelo Tettamancy, Juan Fontán Rodríguez, José Framil García, César Enrique González, José Carlo Lariño Fernández, Celestino López de Castro López Javiern Munaiz Puig, Salvador Ponte, Herminio José Raña, Antonio Reguera y José Luís Sergio Rodríguez. Además una de las insignias de oro fue entregada a título póstumo a Antonio Puig Pérez.

Olmedo pronunció un breve discurso y manifiestó el objetivo de la gala celebrada ayer: ''este acto es para reconocer y honrar a los socios de honor por sus 50 años de dedicación y fidelidad al Liceo Casino, se les entrega las insignias y un diploma acreditativo para reconocer su condición de socio de honor''.

Los socios de honor constituyen un 5% de los socios totales de la institución, que en la actualidad cuenta con aproximadamente 2.400 familias afiliadas.

RECUERDOS

Cincuenta años formando parte del Liceo Casino de Pontevedra suponen una vida ligada a la institución. Los socios de honor tienen muchos y especiales recuerdos vinculados a la entidad.

Uno de los homenajeados, Antonio Reguera, asegura haber hecho muchas amistades a lo largo de sus cincuenta años como socio, además ''Pontevedra es una ciudad muy pequeña y todos nos conocemos, y los socios del casino más'', afirma.

Reguera recuerda con gran satisfacción las grandes fiestas del Casino y en especial el primer baile al que asistió cuando era un jóven. ''Me acuerdo de que tocaba la orquesta Diosiño, fue en el Teatro Principal. Llegamos a las 11 de la noche y lo estuvimos celebrando hasta que salimos de allí que eran ya las 8 de la mañana''. Unas fiestas que en el día de hoy se siguen realizando, Reguera afirma que ''el Liceo es una de las pocas instituciones de España que celebra el baile para presentar a las jóvenes en sociedad, es una tradición de la asociación que todavía conservamos''.

El recién nombrado socio de honor no quiere olvidar a las personas y amistades que ha conocido a lo largo de su trayectoria como miembro del Casino, ''han sido muchos años y muchos por desgracia ya no están, pero ahora contamos con las nuevas generaciones que tendrán el papel de ser nuestros sustitutos en la sociedad''.

Otro de los homenajeados, Juan Fontán, también tiene muchos recuerdos ligados a la institución . Después de 50 años Fontán afirma que ''pasé gran parte de mi infancia en el Liceo Casino, recuerdo especialmente la época en la que era joven y soltero y de hecho, fue en el Casino donde hace ahora casi 60 años conocí a mi esposa''.

Fontán no tiene malos recuerdos, pero si tuviese que destacar algo negativo en los cincuenta años como socio no duda en que ''el día en el que el Casino ardió, es un día que recuerdo con especial tristeza''.

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