El Complexo Hospitalario de Pontevedra (CHOP) ha abierto una investigación para esclarecer el reciente fallecimiento de dos pacientes por una infección por pseudomona, un tipo de bacteria ubicua, que está presente en el ambiente y que puede llegar a cobrarse la vida de personas con las defensas muy bajas. Ambos usuarios estaban ingresados en habitaciones aisladas del área de Hematoloxía, ubicada en la sexta planta del Hospital Montecelo y, según apuntan fuentes cercanas, eran inmunodeprimidas con 50 y 62 años de edad.
El área de Medicina Preventiva ha activado el protocolo habitual para estos casos, consistente en el estudio de la historia clínica de los fallecidos, la realización de encuestas a todas las personas que han tenido relación con los casos y, si se considera necesario, la toma de muestras. «Estamos analizando qué ha pasado, porque estos pacientes estaban perfectamente tratados en habitaciones de aislamiento y sometidos a todos los controles. Desde que hemos tenido conocimiento de esto, se han adoptado las medidas de investigación y preventivas necesarias», explicó hoy el director de Procesos Asistenciais del Área de Xestión Integrada de Pontevedra y O Salnés, José Antonio Ortigueira.
La reciente expansión del virus del ébola ha alimentado las dudas sobre las causas y consecuencias de ambas infecciones, y algunas personas próximas al hospital incluso abogaban hoy por emprender medidas más drásticas, como el desalojo y desinfección de la sexta planta de Montecelo.
Sin embargo, según el personal médico no hay ningún tipo de riesgo para el resto de usuarios ni es necesario adoptar medidas extremas. Según apuntó Ortigueira, los dos casos estuvieron separados en el tiempo (con una diferencia de unas semanas) y todo hace pensar que «no hubo relación entre ellos». «No cabe la alarma», subrayó.
Efectos dispares
Por otro lado, la bacteria pseudomona se conoce por su actuación «oportunista», es decir, por colonizar preferentemente a personas inmunodeprimidas, como era el caso de los pacientes fallecidos en Montecelo, «tremendamente susceptibles ante cualquier germen». «Es una bacteria muy usual, que está por todas partes, tanto dentro como fuera del hospital. En personas sanas puede que apenas tenga consecuencias, pero en personas con las defensas bajas puede causar el fallecimiento», apostilló Ortigueira.
Pese a los avances en materia de limpieza y desinfección, el director de Procesos Asistenciais asegura que es «imposible eliminar» este tipo de bacterias de las instalaciones sanitarias y que «los pacientes de todos los hospitales del mundo» tienen probabilidades de sufrir una infección de estas características : «Hay que proteger al máximo a los pacientes inmunodeprimidos, pero eso no evita la posible colonización por parte de las bacterias, porque el riesgo cero no existe. Tendríamos que meterlos en una burbuja y, aún así, ya se vería».
Frecuente
La investigación tratará de aclarar qué ha sucedido en la sexta planta de Montecelo. Ortigueira aseveró que este tipo de comprobaciones forman parte del funcionamiento diario del CHOP, «donde se vigilan constantemente una serie de indicadores». «Cuando hay un cambio, por mínimo que sea, estudiamos a qué se debe, y en este caso se hará en coordinación con los hematólogos», añadió.
A su juicio, la investigación está estrechamente relacionada con la «rigurosidad» con la que actúa el Complexo Hospitalario de Pontevedra, que cuenta con unas de las tasas más bajas de Galicia de infección nosocomial (la que se adquiere en los centros sanitarios por cualquier causa) y de infección asociada al uso de un catéter en vías venosas centrales.
«Tenemos un hospital con unas tasas tan bajas que cuando aparecen dos infecciones vemos a ver qué pasa», destacó José Antonio Ortigueira.
Por todo ello, el especialista afirma «con total seguridad» que «no estamos en situación de crisis». «Entiendo que la gente pueda hacer paralelismos, pero no es así, no hay ningún motivo para alarmarse», concluyó.
