El Club Naval de Pontevedra vincula su supervivencia al dragado del Lérez. Así se lo manifestaron directivos del colectivo al alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, durante una reunión celebrada hoy en el Concello. El encuentro se produce una semana después de que trascendiera que el proyecto para la ampliación del calado del río previsto por la Xunta se centrará en los 2,3 kilómetros que separan la escollera más próxima a la Illa de Tambo y el puente de la autopista. Es decir, que la actuación dejará fuera la zona que ocupa el puerto deportivo. «No hay voluntad política para hacerlo», reprochó ayer el presidente del Club Náutico, Carlos Paz.
El directivo aseguró que la falta de calado está provocando la pérdida de clientes del pantalán pontevedrés, que trasladan sus barcos a otros puertos de la ría. «Los transeúntes son cada vez menos y muchos ni se atreven a entrar por las dificultades de acceso», dijo Paz en referencia a la falta de profundidad, cuestión que se agrava con la bajada de la marea y que provoca que muchas embarcaciones amarradas en la zona queden varadas.
El alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, se comprometió ayer a presionar a la Xunta para satisfacer las demandas del Club Naval, que esperan que el dragado del río llegue, al menos, hasta el puente de O Burgo. El regidor nacionalista recordó que el Gobierno local ha defendido siempre que la extracción de lodos incluya al puerto deportivo y avanzó que en los próximos días remitirá un escrito al presidente de Portos de Galicia, José Juan Durán, para que se tengan en cuenta estas reivindicaciones.
El proyecto de dragado del Lérez, que acumula un lustro de retrasos, acaba de recibir un nuevo impulso. Por el momento se desconoce qué presupuesto y qué plazos maneja la Administración para la ejecución de estos trabajos. Lo que sí ha trascendido es que Portos realizará una prospección arqueológica en una parte del río para verificar si existen restos de interés. Todo el material que se halle en estos sondeos tendrá que trasladarse al Museo do Mar de Galicia, situado en Vigo.
En teoría, los sedimentos que se extraigan del Lérez se utilizarán para regenerar los bancos marisqueros más próximos al muelle de Campelo y a la zona Sur de la Illa de Tambo. Todos estos trabajos deberán ser supervisados por la cofradía de pescadores y mariscadores de la zona.
La cafetería
El Club Naval de Pontevedra está más cerca de regularizar la situación de sus instalaciones. Estas cuentan ya con el visto bueno de la Xunta de Galicia, un trámite que ya le ha sido comunicado al Concello, que ahora deberá cerrar el expediente urbanístico según el cual se podrá reabrir la cafetería en la sede de la entidad.
El servicio hostelero, que será adjudicado a una empresa externa, podría ponerse en marcha este mismo año.
La patronal pide el impulso del turismo náutico en la ría
El desarrollo del turismo náutico, tanto desde la iniciativa pública como desde la privada, constituye un elemento «prioritario» para promover la desestacionalización de la demanda. Esta es una de las conclusiones de un estudio realizado por los empresarios pontevedreses en el que aseguran que el sector de la navegación es «la gran baza» de los concellos de Marín, Poio y Pontevedra para atraer visitantes con un mayor poder adquisitivo.
Veinte puestos vacantes
El Club Naval de Pontevedra cuenta en la actualidad con 120 amarres, de los cuales 20 permanecen vacíos. Además de la crisis, la entidad vincula este descenso a la falta de calado del Lérez, una cuestión que se resolvería con el demandado dragado.
60 euros al mes
El club cuenta con 60 socios sin barco y otros 50 más con embarcaciones que pagan 15 euros al mes por el amarre, además de los 72 euros trimestrales de cuota de miembro. Los buques de cinco metros de manga por dos de eslora pagan hasta 60 euros al mes.
