El comercio de Echegaray reclama la apertura del puente de A Barca

PONTEVEDRA. Establecimientos casi vacíos y apenas circulación de vehículos. Es la nueva imagen de la calle Echegaray, que desde hace una semana se ha vuelto mucho más tranquila de lo que desearían los propietarios de los comercios de la zona, que han comenzado a perder clientela tras la decisión del Concello de prohibir la salida de vehículos hacia Poio a través del puente de A Barca.

La indignación es generalizada. Los autónomos se quejan de que el «experimento» que efectuó el Gobierno local al reordenar el tráfico en esta zona para desviarlo hacia la avenida de Uruguay y el puente de As Correntes «pone en riesgo la viabilidad de nuestros negocios y los puestos de trabajo de nuestros empleados».

En este sentido, lamentan que la Administración municipal no les hubiera consultado previamente ni efectuado un estudio de tráfico para prever el alcance de la medida.

David Pérez, gerente del estanco de Echegaray, indica que «no solo debemos movilizarnos los comerciantes sino también los particulares, porque cuando quieran ir a la playas el próximo verano van a tener que dar un rodeo tremendo por el puente de As Correntes, cuando antes simplemente tenían que cruzar A Barca. Los residentes aún no se han dado cuenta del problema», recalca.

Además, Pérez se muestra crítico con la forma en la que el Concello decidió efectuar la reorganización del tráfico en A Barca. «Era algo que tenía pensado hacer de antemano y que no tardó en efectuar con la excusa de las obras que va a acometer Acuaes para el suministro de agua a los concellos de la ría. Al segundo día de limitar el tráfico al de entrada en la ciudad ya dijo que era una medida extraordinaria».

Los autónomos barajan la posibilidad de organizarse y formar un frente reivindicativo y adoptar medidas de oposición frontal al cierre del puente de A Barca al tráfico de salida.

Testimonio

José Vicente Martín, Ferretería Echegaray

«Más que dar una opinión sobre la repercusión que provoca en el comercio de esta calle la prohibición de salir de la ciudad por el puente de A Barca se pueden ver las cajas que hacíamos hasta el pasado martes y las hicimos la semana pasada», destaca José Vicente Martín,  de la Ferrtería Echegaray. Explica que «si antes entraban cien personas a comprar ahora entran entre 30 y 40 porque mucha gente que estaba de paso ha dejado de venir por esta calle». Insiste en que cuando cualquier otro lunes la tienda estaría a tope de clientes, ayer casi estaba vacía. «Con este descenso de clientela sobramos dos de los nueve empleados de la ferretería».

Mosquera asume ahora posibles cambios en las calles afectadas

El concejal de Ordenación do Territorio, Cesáreo Mosquera, abrió ayer la puerta a posibles nuevos cambios de tráfico en el municipio debido a las obras de abastecimiento de agua que desde la semana pasada se realizan en Poio. El corte de Afonso XIII y las restricciones en Echegaray y el entorno de la Alameda podrían sufrir variaciones si así lo estiman los servicios técnicos que, al parecer, precisan tres semanas para analizar el comportamiento del tráfico rodado por la zona.

Con estos argumentos, el edil del BNG trató de tumbar la moción que el PP presentó en el Pleno municipal para exigirle al alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, que reabra el carril de salida hacia Poio del puente de A Barca. El concejal ‘popular’ Ricardo Aguilar acusó al regidor nacionalista de «improvisar» el plan de tráfico y de utilizar a los conductores pontevedreses «como cobayas de laboratorio» para evaluar la idoneidad de implantar el sentido único por este viaducto, el mismo que desde el martes de la semana pasada se mantiene debido a las actuaciones de Acuaes en territorio poiense.

Aguilar aseguró que los cortes implantados en Pontevedra provocan pérdidas entre los comerciantes y profesionales liberales de la capital. «Los taxistas han alertado del descenso de usuarios y del incremento de dos euros en la tarifa por tener que circular por orillamar al no poder utilizar el puente de A Barca », explicó.

A pesar de las tesis del responsable del PP, Mosquera defendió que las posibles pérdidas de clientes en los negocios de la calle Echegaray no se deben a las restricciones de tráfico, sino a los efectos de la crisis y a la falta del modelo urbano de este vial que apueste por la movilidad peatonal. «Esta rúa precisa a gritos unha reforma. Farase cando toque», dijo el representante del Bloque, que recalcó que el plan de tráfico elaborado por Pontevedra se aplicó en base a las recomendaciones de la Policía Local para evitar atascos en el barrio poiense de A Caeira.

¿Crisis?

Aguilar redundó también el desencuentro que las restricciones viarias han provocado en el bipartito municipal y que el pasado fin de semana llevaron al teniente de alcalde de Pontevedra, Antón Louro, a exigir a los nacionalistas un estudio actualizado sobre el tráfico que existe en el viaducto que une la capital con el concello de Poio. «El problema es exclusivamente del BNG, con el PSOE ni lo han hablado», indicó.

En uno de sus turnos de réplica, el concejal socialista Agustín Fernández reconoció que los socialistas apuestan por el diálogo para analizar la viabilidad de mantener el sentido único en el puente de A Barca, sobre el que la Xunta tiene las competencias. Pero aclaró que no existe ninguna crisis de gobierno en la capital. «Este Goberno está máis cohesionado có seu partido, que algunha fuga xa tivo», recordó el responsable del PSOE en referencia a la dimisión de tres concejales de la oposición hace un año.

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