PONTEVEDRA. El Concello de Pontevedra no respetará el techo de gasto previsto por la Ley de estabilidad presupuestaria pese a que sus cuentas están «saneadas». Así lo informó el concejal de Facenda, Raimundo González Carballo, que explicó de que el Gobierno local ha elaborado un plan económico-financiero de carácter «preventivo» ante la posible reclamación de este requisito por parte del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas.
La hoja de ruta presupuestaria está ya en manos de la Xunta de Galicia, toda vez que la Concellería de Facenda ha remitido este plan a distintos organismos del Gobierno central. Según González Carballo, en ninguno de los organismos estatales consultados se aclara si el Concello debe o no aplicar el contenido de este documento que, en la práctica, impide la solicitud de un crédito de algo más de 2,9 millones de euros. «Aínda non nos contestaron», aseguró el edil, que informó de que la reclamación municipal se tramitó a principios del pasado mes de diciembre.
La inyección de liquidez en las arcas locales, cuyo objetivo es, entre otras cuestiones, acelerar las inversiones para la licitación de obra pública, depende ahora del visto bueno de la Xunta.
El plácet autonómico será fundamental para la ejecución del Orzamento municipal, que supera los 66,1 millones de euros para el presente ejercicio. El presupuesto reserva partidas de 3,1 millones de euros para programas sociales y 150.000 euros para un segundo plan local de empleo, que se desarrollará en el último trimestre de este año.
El remate de este plan económico municipal fue una de las causas que propiciaron el retraso del Pleno de la Corporación local, que se celebrará el miércoles que viene y no el lunes, como estaba previsto en un primer momento. El informe realizado por los técnicos del Concello se debatirá en esta sesión, que será una de las más tensas y densas del mandato.
