El Concello pedirá hoy el control arqueológico de Santa Clara

PONTEVEDRA. La Concellería de Urbanismo prevé entregar hoy a la Comisión Territorial de Patrimonio Histórico de la Xunta el proyecto segregado de Santa Clara. Es la respuesta del Concello al informe negativo emitido recientemente por este organismo autonómico, que informó desfavorablemente sobre la reforma del atrio del convento que pretendía acometer el departamento dirigido por el edil socialista Antón Louro.

La comunicación que hará el Consistorio tiene como objetivo retomar la obra lo antes posible. Debido al rechazo inicial de Patrimonio, esta se ceñirá solamente a la renovación del sistema de canalizaciones y la reurbanización del vial, para lo que Urbanismo ha solicitado el control arqueológico de la Xunta.

La actuación impulsada por el Gobierno local cuenta con un presupuesto de 676.199 euros y un plan de obra por fases. En principio, las obras, que supondrán también la reducción de plazas de estacionamiento (que pasarán de 18 a doce), tendrán que finalizar antes del verano. El cumplimiento de estos plazos podría verse alterado si Patrimonio de la Xunta no agiliza los trámites para retomar la actuación. Además, si finalmente no se logra el visto bueno del organismo autonómico para la reforma del atrio de Santa Clara, el Concello podría verse obligado a modificar el contrato que el año pasado adjudicó a Construcciones Eiriña.

Giovanonni

El informe de Patrimonio cuestiona pérdida de la identidad histórica de la ciudad. Una de las cuestiones denunciadas por el departamento autonómico gira en torno al empedrado. Patrimonio no tiene la «certeza» de que la configuración actual de este espacio sea «nin a orixinal do adro do convento de Santa Clara nin tampouco a que ilustran as imaxes do inicio do século XX, senón que probablemente corresponde a unha intervención anterior ó último cuarto do século XX». Las únicas referencias sobre el valor patrimonial del lugar, que el Concello se compromete a salvaguardar, tienen que ver con técnicas empleadas por el arquitecto italiano Gustavo Gionvannoni y el restaurador Francisco Pons-Sorolla.

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