PONTEVEDRA. El Concello es desde hoyel tutor de dos joyas patrimoniales custodiadas hasta la fecha por los vecinos de Santa María de Xeve. Se trata de dos cruceros con más de cien años de antigüedad que vivieron un auténtico viacrucis antes de llegar a su último destino: el depósito de arqueología municipal, emplazado en los sótanos de la Casa Consistorial.
Los dos presentan un importante estado de deterioro que la Concellería de Patrimonio Histórico intentará solventar con una actuación cuidadosa y supervisada por expertos en el área.
Uno de ellos llegó a romper dos veces en otros tantos accidentes de tráfico acontecidos en su asentamiento primitivo: el cruce de Gatomorto de Arriba donde los vecinos pueden tirar para la carretera de Santa María de Xeve. El otro apareció destrozado una mañana en el lugar del Outeiro (en Gatomorto de Abaixo), después de un temporal al que los vecinos atribuyen los daños.
Los incidentes provocaron la retirada inmediata de los cruceros de la calzada. Un directivo de la comunidad de montes de Santa María de Xeve decidió velar por una de las piezas y guardarla en su vivienda hasta encontrar una solución, hace ya casi diez años. Los vecinos de la parroquia corrieron a cargo del segundo crucero, dejándolo en un aserradero de una piedra de Marcón con la idea de proceder a su reparación.
La buena voluntad se mantuvo intacta desde aquella, pero las necesarias autorizaciones de Patrimonio de la Xunta dilataron las intervenciones hasta hace poco, cuando obtuvieron el beneplácito de la Dirección Xeral para pasarlos a las manos del Concello .
El concelleiro de Patrimonio Histórico, Luis Bará, recibió hoy el testigo de la custodia de las manos de la asociación de vecinos y la comunidad de montes, agradeciendo su sensibilidad y preocupación por conservar los bienes patrimoniales.
