El Concello ha despejado el camino para la aprobación definitiva el reglamento para la construcción de crematorios en el municipio. Lo ha hecho después de que la Xunta de Goberno local diese ayer su visto bueno al proyecto de modificación urbanística del PGOU y tumbase casi todas las alegaciones que se presentaron en contra de esta normativa. De las 637 reclamaciones presentadas por vecinos, empresas funerarias y por el PP local, los técnicos municipales solo estimaron, y de forma parcial, la de la formación política.
Los ‘populares’ han logrado el beneplácito de los informes de las áreas de Arquitectura y Enxeñería y del secretario municipal a su reivindicación de alejar los hornos crematorios de equipamientos comunitarios, como colegios, centros de salud, zonas deportivas o parques. Sin embargo, la petición cursada por el presidente del Partido Popular, Jacobo Moreira, para que esta distancia fuera de 500 metros no ha sido atendida. El motivo es que el reglamento contempla que sean 50 y no medio millar los metros que separen estas infraestructuras de núcleos residenciales.
Este mismo perímetro es el que Pontevedra se compromete a guardar en el caso de que empresas privadas pretendan construir crematorios en terrenos próximos a límites territoriales con Poio. De esta forma, se da respuesta a la demanda del municipio vecino, que quería evitar que este tipo de instalaciones pudiesen generar alarma entre sus vecinos.
La nueva normativa pasará hoy el filtro de la Comisión de Urbanismo y la del Pleno municipal del lunes día 24. El camino hacia su aprobación definitiva pasará porque el texto sea validado por la Xunta, que dispondrá de tres meses para hacerlo una vez que lo reciba.
El Gobierno local ha rechazado las alegaciones de la plataforma ‘Non Crematorios Pontevedra Leste’ y de otros vecinos «por basearse en cuestións medioambientais que xa foron rexeitadas pola Consellería de Medio Ambiente, órgano competente en Galicia». También se desestimó la petición de ampliar la distancia cautelar de los crematorios hasta los 500 metros en base a los criterios del decreto de Policía Sanitaria-Mortuoria de la Xunta, que establece este perímetro para los camposantos, y que fue la referencia que los funcionarios municipales adoptaron a la hora de desarrollar el reglamento de Pontevedra sobre los crematorios.
Funespaña
La nueva normativa permitirá construir crematorios en suelo rústico (previa aprobación de un Plan Especial de Infraestructuras y Dotaciones), en polígonos industriales o cementerios y a 50 metros de las casas y otros equipamientos como colegios o centros de salud.
En base a estos requisitos, el único proyecto que cumple los mismos es el previsto por Funespaña en San Amaro. Los otros cuatro, el de Pompas Fúnebres y Alianza y Barros en Arcebispo Malvar y en Montecelo, el de Servicios Funerarios San Marco en San Amaro y el de Albia en la rotonda de acceso al Hospital, serán descartados definitivamente.
«Nunca hubo intención de buscar una solución»
«Desde un principio nunca hubo intención por parte del Concello de buscar una solución a este tema», lamenta José Luis Calvo, portavoz de la Plataforma Non Crematorios Pontevedra Leste.
A la espera de la comunicación oficial del rechazo de las alegaciones presentadas («que sean serios, no como las declaraciones de Mosquera»), admite que «más o menos contábamos con esto», pero, insiste, «la licencia está supeditada al impacto ambiental».
Así, recuerda que Funespaña propuso un permuta para cambiar el emplazamiento de su proyecto, pero «no apareció ningún terreno. Eso sí, para lo del compost sobran sitios». De momento continuarán con las movilizaciones de los viernes.
El origen de la normativa
Noviembre de 2012.- El Concello aprueba en el Pleno la suspensión de licencias para la construcción de crematorios con el fin de desarrollar una norma propia. Lo hace en base a requisitos como que los hornos guarden una distancia de 500 metros respecto a las viviendas.
Diciembre de 2012.- La suspensión de licencias entra en vigor tras ser publicada en el Diario Oficial de Galicia (DOG) el 21 de diciembre.
Octubre de 2013.- El Pleno municipal aprueba la nueva normativa de crematorios. Esta limita la construcción de hornos a suelo rústico, cementerios y polígonos industriales y establece una distancia mínima de 50 metros de las viviendas en todos los casos. El único proyecto que cumple los requisitos es el de Funespaña en San Amaro.
Enero de 2014.- Se presentan las cerca de 700 alegaciones a la normativa municipal, la mayor parte de ellas de la plataforma ‘anticrematorios’.
Septiembre de 2014.- Funespaña se reúne por separado con el Concello y el colectivo ‘anticrematorios’. Les confirma a ambos su intención de mantener vivo el proyecto.
Noviembre de 2014.- Se hace oficial el rechazo del Concello a las alegaciones vecinales. Se despeja el camino para la aprobación de la normativa.
