PONTEVEDRA. La plataforma ‘Non crematorios Pontevedra Leste’ inició ayer una ronda de entrevistas para recabar el apoyo de las distintas organizaciones políticas y sociales del municipio contra la instalación de crematorios en la zona de la ciudad en la que están situados los barrios de San Amaro y Parda. La coordinadora ya cuenta con el respaldo del grupo municipal del PP, que ayer reiteró su adhesión a las reivindicaciones planteadas por los vecinos, que proponen situar este tipo de «industria» en el polígono industrial de A Reigosa «o en cualquier otro sitio» y establecer una separación mínima de 500 metros con respecto a la vivienda más cercana, y no los 50 que fija la normativa municipal.
El portavoz ‘popular’, Jacobo Moreira (que asistió a la cita que se desarrolló en el local social Pontevedra Leste acompañado por los concejales César Abal, María Biempica y Rosa Picallo), declaró que el grupo del PP mantiene la propuesta de buscar una ubicación para los crematorios «que contente a todo el mundo y que no moleste a nadie» y coincidió con los representantes de la plataforma en que «el Concello debería buscar una parcela fuera del núcleo urbano y hablar con las empresas funerarias para intentar efectuar ese cambio».
Moreira declaró que está justificado el temor de los residentes en San Amaro y A Parda a la posible construcción de varios hornos incineradores en estos núcleos. «Con la nueva normativa, quien quisiera podría instalar otro crematorio en la parcela anexa a la que Funespaña tiene previsto construir la incineradora», apostilló.
Esta postura contrasta con la decisión que adoptaron en su día los ‘populares’ al votar en la Comisión de Urbanismo a favor del proyecto de Sempsa (en la actualidad Funespaña) para la puesta en marcha de un horno incinerador en los terrenos situados junto al cementerio de San Amaro, antes calificados como suelo rústico. Ahora, Moreira precisó que «es suelo rústico porque tenemos un Plan Xeral obsoleto, pero físicamente es un crematorio urbano porque está al lado de las viviendas y los vecinos van a percibir el olor de las emisiones atmosféricas».
Moreira aseguró que entendía el malestar de los vecinos de la zona Este «porque lo que no valía para los residentes en Arcebispo Malvar (donde estaba proyectado un crematorio) parece que vale para los de A Parda y San Amaro».
