El director gerente del Hospital Miguel Domínguez de Pontevedra, Miguel Domínguez, justificó hoy como una "operación estratégica" la compra de la totalidad de la clínica La Merced ubicada en Poio.
Los propietarios de la empresa, los hermanos Miguel y Rafael Domínguez Vaz, compartían desde 2000 su participación en este centro con el doctor Diego Murillo Carrasco, al que hace nueve años compraron la mitad de sus acciones en el sanatorio.
"Con la crisis, de la que tampoco se libra el negocio de la sanidad privada, no es el mejor momento para comprar pero era una operación necesaria por cuestiones de competencia", admitió hoy Miguel Domínguez.
Así aseguró que detrás de esta operación no hay un proyecto de expansión, aunque sí supondrá un nuevo reto que se suma a la trayectoria del Hospital Miguel Domínguez, centro privado que en julio cumplirá 60 años.
No obstante, Miguel Domínguez no quiso concretar el montante económico por el que se cerró la compra de la totalidad de la clínica La Merced, pese a que afirmó que "fue un precio muy razonable para las dos partes" y en un contexto de "trato preferente" ante las demás ofertas.
Sobre el futuro del sanatorio ubicado en Poio, la empresa señaló que no se conocerá hasta dentro de un par de meses, una vez se realice un estudio de los servicios que conviene potenciar. No obstante, Miguel Domínguez garantizó el mantenimiento de sus 70 trabajadores.
También anunció que funcionará de forma independiente al Hospital Domínguez, ya que "tendrá una línea sanitaria y asistencial propia", si bien ambos hospitales tendrán un único gerente que muy probablemente asumirá el propio Domínguez.
La Clínica La Merced tiene 75 camas, y servicio punteros como una planta de psiquiatría que acaba de ser reformada al completo y una unidad de daño cerebral que es pionera en Galicia.
