El Entroido pontevedrés se queda huérfano sin dos de sus comparsas más emblemáticas

José González Diéguez llevaba 22 años portando la bandera de Os Amoriños de Bora.
photo_camera José González Diéguez llevaba 22 años portando la bandera de Os Amoriños de Bora.

PONTEVEDRA. Si algo caracteriza al Carnaval es la exaltación de la alegría por las calles. Sin embargo, la antesala del Entroido pontevedrés estará marcada este año por la tristeza de muchas personas que venían siendo parte esencial del mismo desde hace un montón de años. Dos de sus comparsas más emblemáticas, Os Amoriños de Bora y Os do Val de Lérez, dejarán a los pontevedreses huérfanos de su explosión de colores, danzas y música.

Los fallecimientos de seres queridos en el seno de ambas agrupaciones y motivaciones de carácter económico y organizativo están detrás de su decisión de no participar en el tradicional desfile de febrero. En el caso de Os Amoriños de Bora, la reciente pérdida de uno de sus componentes más carismáticos, José González Diéguez, es la causa de que esta importante comparsa no vaya a tomar parte, por vez primera, en ninguna de las actividades previstas.

Conocido por todos como Pepe ‘Brisula’ (un apodo de carácter familiar), José González llevaba en la agrupación prácticamente desde su fundación y era el encargado de portar su bandera desde hacía 22 años. Tal y como explica José Manuel Corbacho, presidente de la comparsa, «el era un dos máis vellos, tanto en idade como en tempo» dentro de Os Amoriños, «xa que, aínda que non desfilou ese ano, estivo dende o 91, cando se produxo a fundación».

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