Las drogas de diseño irrumpen en Pontevedra. Los datos ofrecidos ayer por el Ministerio del Interior en relación con la evolución del tráfico de sustancias estupefacientes en España en 2013 vienen a corroborar las tesis que desde hace algunos meses sostenían los investigadores policiales, que indican que grupos organizados han logrado introducir el éxtasis (MDMA) en un mercado que hasta hace poco tiempo parecía copado por la cocaína, la heroína y el hachís.
A falta de conocer con detalle las cifras oficiales, basta con señalar que en un solo despliegue policial, la operación Zeus, la Policía Nacional se incautó 480 gramos de cristal, lo que se convierte en unas 1.500 dosis (que suelen alcanzar un peso de unos 0,3 gramos cada una). Esto supone el doble de todas las aprehensiones de MDMA efectuadas en Galicia durante todo 2012, lo que da una idea del cambio de tendencia en lo que se refiere a la más conocida de las drogas de diseño.
Cannabis legal
Entre las preocupaciones que revelan los expertos en la materia se halla la cada vez más común presencia del cannabis sintético, una droga con un porcentaje de THC muy superior al natural y cuya distribución y venta son perfectamente legales.
Además, los especialistas en la materia señalan la posibilidad de que personas en la provincia se estén iniciando en el consumo del GHB, conocido como éxtasis líquido (si bien sus efectos son bien distintos, pues el individuo que lo consume tiende hacia un estado depresivo y anestésico, a diferencia de la excitación que provoca el MDMA).
Esta sustancia estupefaciente se presenta en una pequeña botella en forma de líquido transparente que en ocasiones se mezcla con el alcohol y que ya ha sido vinculado con supuestos delitos de naturaleza sexual.
A nivel autonómico, el crecimiento es espectacular, con un aumento del 911 por ciento en unidades incautadas, pasando de las insignificantes 745 dosis halladas en 2012 a las más que apreciables 7.533 de 2013, que sitúan a Galicia, por primera vez en la historia, entre las autonomías con mayor incidencia de esta droga, solo superada por Madrid, Islas Baleares y la Comunidad Valenciana, y muy cerca de Andalucía.
