El Greco localiza 500 kilos de cocaína en un mercante que viajaba por el Mediterráneo

Los agentes con base en la Comisaría Provincial de Pontevedra hacen recuento de la droga incautada. efe
photo_camera Los agentes con base en la Comisaría Provincial de Pontevedra hacen recuento de la droga incautada. efe

Los especialistas en la lucha contra el crimen organizado con base en la Comisaría de Pontevedra sumaron en las últimas horas un nuevo éxito a su extenso historial. Apoyados por compañeros de Cartagena, Málaga, por los servicios de Aduanas de Francia y de España y con la colaboración especial del Área de Automoción de la Policía, los agentes del Greco interceptaron, a unas 13 millas de la isla de Alborán, un mercante al que seguían la pista desde hacía tiempo. Sabían de su presencia en la Ruta del Mediterráneo Oriental, lugar habitual del tráfico de hachís. Pensaban, de hecho, que el alijo era de esta droga, por lo que se sorprendieron al comprobar que la sustancia oculta era cocaína. Los narcos, miembros de una organización internacional de gran calado que, por el momento, no ha sido desarticulada, pretendían transportar la droga en diez fardos mojados con chalecos salvavidas y ocultos en el interior de la caja de cadenas de babor de la embarcación. El destino, previsiblemente, alguna organización criminal asentada en Italia.

El narcotransporte se fraguó merced a los contactos entre los gallegos y un grupo de marroquíes, que pusieron a los agentes sobre la pista del mercante.

Los investigadores tuvieron conocimiento de que la adquisición en Rotterdam (Holanda) de un buque mercante por parte de una organización criminal que pretendía trasladar un importante alijo de estupefacientes por el Mar Mediterráneo, lo que les llevó a pensar que se trataría de hachís.

Las actuaciones realizadas por el Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria y la Policía Nacional, coordinadas por el Centro de Inteligencia Contra el Crimen Organizado (CICO), permitieron identificar el mercante y localizarlo a mediados del mes de agosto pasado en aguas próximas al Reino de Marruecos. De las indagaciones y de las vigilancias policiales realizadas sobre la embarcación se pudo deducir que en esas fechas ya había recibido la carga de la droga prevista para su introducción en el continente europeo.

Los fardos llevaban, además del citado salvavidas, cinta reflectante, lo que indica que fueron arrojados al mar por una embarcación de menor tamaño y recogidos, tal vez con la ayuda de una red, por los ahora detenidos que viajaban en el mercante.

Tras obtener el permiso de las autoridades de Tanzania, país de bandera del mercante, y del juzgado que investiga la causa (el número 2 de Torrevieja, en Alicante) el buque fue abordado el pasado día 2, a 13 millas náuticas al norte de la Isla de Alborán, con la participación de las tripulaciones de dos patrulleros de Aduanas de Andalucía y por los propios funcionarios del Greco Galicia, que ayer ya estaban de regreso hacia Pontevedra.

Inicialmente, los funcionarios de la Policía Nacional y de Vigilancia Aduanera que realizaron el abordaje no hallaron drogas, pero sí indicios que confirmaban las sospechas de que la embarcación podría ser utilizada para transportar sustancias estupefacientes. Esta situación motivó el traslado del buque hasta el Puerto de Cartagena para efectuar la entrada y registro de la embarcación en presencia de la preceptiva comisión judicial.

A última hora del pasado miércoles, con la especial ayuda del Área de Automoción de la Policía, que participaba en el registro, encontraron ocultos bajo metros de cadenas, en el depósito del ancla del buque, los diez paquetes que contenían cerca de media tonelada de cocaína.

Cuatro arrestos. La operación continúa abierta

En el buque intervenido, de nombre ‘Mungo’ y de 59 metros de eslora, viajaban cuatro personas, todas ellas de nacionalidad turca y que fueron detenidas por un delito de tráfico de sustancias estupefacientes agravado por el uso de buque y por la notoria importancia de la cantidad que les fue decomisada.

Estas personas no son, según pudo saber este periódico, la cabeza de la organización, ni mucho menos. Es por ello que los agentes del Greco consideran abierta la operación, a la espera de poder desenmascarar a los verdaderos artífices de un entramado delictivo internacional de gran capacidad para el narcotransporte, como atestigua el hecho de que se permitan la compra de mercantes para trasladar las sustancias.

Comentarios