El incendio que nunca existió

PONTEVEDRA. La Delegación Territorial de la Xunta desarrolló ayer con éxito un simulacro de incendio con el objetivo de probar las instalaciones en materia de prevención, logrando desalojar a más de 1.000 personas en 11 minutos, cumpliendo así la normativa que obliga a la realización de este tipo de ejercicios cada dos años.

El ejercicio, organizado por la Sección de Prevención de Riscos Laborais, dio comienzo a las diez de la mañana con la sirena de alarma que recorrió todo el edificio de Campolongo. Los 770 funcionarios y los más de 300 usuarios que se encontraban en el interior descendieron por las escaleras hasta abandonar, de forma ordenada, las instalaciones.

El anterior simulacro se realizó en 2010 «e agora o repetimos xa que a normativa en materia de prevención obriga á realización de simulacros deste tipo de xeito bianual», explicó el delegado territorial, José Manuel Cores Tourís. «En total, en esta ocasión tardouse once minutos en deixar baleiro o edificio, un minuto máis que en 2010. Isto quere dicir que os protocolos funcionaron xa que ese minuto de máis atópase dentro do intervalo de tempo previsto polos servizos de prevención de riscos».

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