El río de Os Gafos tiene su propio ‘museo’. Está situado en una sala del centro social de Cabanas, en la parroquia de Salcedo, que fue cedida por el Concello a la asociación Vaipolorío. El local contiene unas estanterías en la que están expuestos los ‘tesoros’ que han ido encontrando los participantes en las campañas de limpieza organizadas por la entidad ecologista.
El ‘museo do lixo’ es una muestra del trabajo que viene realizando Vaipolorío desde hace más de una década (en concreto 14 años) para la limpieza del cauce y de las márgenes fluviales de Os Gafos, tanto en su tramo urbano como en el rural. Los objetos que están expuestos en las estanterías del local son solo una ínfima muestra del material que durante muchos años se ha ido acumulando en el lecho y a ambas orillas del río.
Al final de cada campaña de limpieza del Gafos (en las que han colaborado voluntarios de entidades entre las que se encuentran la asociación Juan XXIII y la cárcel de A Lama) la entidad que preside Gonzalo Sancho Blanco efectuaba una exposición en el paseo de Valle Inclán (en concreto en el tramo fluvial cubierto que atraviesa el barrio de Campolongo) con algunos de los objetos encontrados. Al finalizar la muestra los objetos acababan depositados en la basura.
Los miembros de Vaipolorío decidieron hace ocho años erigir un monumento a los voluminosos, que se puede contemplar en el cruce de Alcalde Hévia con Fernández Ladreda, bautizado con el nombre de ‘refugafos’. «Alguén que atopou unha botella bonita suxeríu gardar os envases de vidrio que máis chaman a atención porque son antigos o polo seu deseño. Desde entón estamos a facer una selección de botellas e comprobando as que xa temos para non repetilas e ter unha mostra variada», explica Ramón López Lage, uno de los integrantes de la agrupación que se muestra encantado con el ‘museo do lixo’ porque «todo o mundo que o visita queda maravillado».
Vertedero
«Temos sacado toneladas de vidrio do río e aínda segue saíndo, porque antes o leito fluvial era o vertedoiro da cidade e do rural», puntualiza el portavoz de Vaipolorío.
Así, no es de extrañar que además de botellas en la muestra haya gran variedad de objetos como colonias, refrescos antiguos de la marca Mirinda, cinco o seis modelos de Coca Cola, envases de fábricas de gaseosas que ya no existen y de cervezas que dejaron de salir al mercado. También hay muchas botellas de medicinas, alguna de ellas con líquido en su interior. «Está chea, non sabemos que coa menciña orixinal ou co auga do río que se filtrou», indica Ramón López Lage.
En las estanterías del ‘museo’ también se encuentran algunos objetos curiosos que aparecieron en las campañas de limpieza, como por ejemplo viejas máquinas de escribir, matrículas de coches, la rueda de carreta y un coche de pedales antiguo. También hay un candil, una cafetera, y hasta incluso la piel que mudó una serpiente. «Imos ter que ampliar o negocio porque xa non temos moito espazo nos que poñer os artigos, que seguen aparecendo no río, que atopamos cando movemos as herbas do fondo», sentencia el directivo de Vaipolorío.
La mayoría de las piezas de la muestra proceden del tramo fluvial del rural
La mayoría de las piezas expuestas en el ‘museo’ de residuos del Gafos se encontraban en su tramo rural. Durante años permanecieron ocultas bajo la arena del lecho fluvial y que con el tiempo han ido saliendo a la superficie.
En la muestra también hay un espacio reservado para las estalactitas que se han formado en la cubierta del río de Campolongo.
El ‘museo do lixo’ está gestinado por la asociación Vaipolorío, un colectivo legalmente constituido en noviembre de 2001 y que tiene entre sus objetivos fundamentales la promoción, el cuidado, la defensa, la limpieza y el mantenimiento del río Gafos y su patrimonio medioambiental.
