La declaración de Bien de Interese Cultural (BIC) que ya planea sobre el convento de Santa Clara podría tomar cuerpo de amenaza, más que de bendición. La Xunta de Galicia acaba de incoar el expediente con vistas a aprobar la declaración, pero, tal y como comprobó este martes el concejal Luís Bará en la Comisión Territorial de Patrimonio Histórico, lo hará tomando como base un ámbito de protección mucho mayor al que propuso en su día el Concello.
El Gobierno local estaba de acuerdo en proteger algo más que el conjunto que forma el convento, la abadía, las edificaciones anexas, el huerto y la finca interior, pero no hasta el extremo que propone el Ejecutivo gallego, que pretende preservar otras zonas de ataques estéticos, incluida la acera de Benito Corbal más próxima a Santa Clara.
Si la declaración se tradujera en un mero administrativo no tendría mayor trascendencia, pero nada más lejos de la realidad. El BIC impone sus propias reglas de juego allá donde se declara, como ya ocurre con el entorno del santuario de A Peregrina, declarado BIC hace unos meses.
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