El pacto para la cesión de terrenos a la Brilat se rubricará el día 16

Los efectos incautados en los registros.
photo_camera Los efectos incautados en los registros.

Las comunidades de montes de Salcedo, Vilaboa, Figueirido y San Xulián firmarán el próximo miércoles, día 16, el convenio con el Ministerio de Defensa para el alquiler de los terrenos que necesita la Brilat para desarrollar sus maniobras.

En el caso de Salcedo el acuerdo, que se rubricará en la Subdelegación de Defensa a las 11.00 horas, permitirá al Ejército disfrutar, durante 75 años, de una superficie de 72 hectáreas a cambio del pago de un canon anual de 129.600 euros.

El pacto, que tendrá vigencia desde el pasado 1 de enero, se encontró con varios contratiempos de carácter técnico y burocrático que demoraron su suscripción.

Así, aunque los comuneros y el departamento que dirige el ministro Pedro Morenés tenían previsto cerrar el trato en el primer semestre para efectuar el pago del primer año de alquiler, los trabajos topográficos para la medición de la superficie que precisa la Brilat resultaron complejos, por cuanto esos terrenos pertenecen a las cuatro comunidades de montes que cerrarán el trato con Defensa.

Además, también fue necesario efectuar la permuta de una parcela de 3,8 hectáreas, de la que es titular el Estado (en su día Defensa se la expropió a sus propietarios), que estaba rodeada por terrenos comunales de Salcedo, para desplazarla hacia la zona de San Xulián (Marín), en la que el Ejército instalará el nuevo campo de maniobras.

Tras las dificultades de los trabajos técnicos, el proceso para la firma del acuerdo sufrió un nuevo parón, en este caso de carácter administrativo. El concierto precisaba de la autorización expresa y excepcional de la Consellería do Medio Rural e de Mar porque la Ley de Montes no contempla la cesión de terrenos por 75 años, sino por 30 o por tiempo indefinido.

El presidente de la Comunidade de Montes de Salcedo, Fernando Pintos, dice que «non lle boto a culpa a ninguén» de la ralentización del proceso porque «en cada sitio demorouse un pouco», si bien matiza que la Administración «tómase o seu tempo» en la tramitación de los documentos. En todo caso, asegura que la dilación en la firma del acuerdo no afectará a las condiciones económicas que figuran en el contrato. «Imos levar á xuntanza o número de conta bancaria para que fagan o ingreso do canon correspondente a esta anualidade de forma inmediata».

Inversión

Los comuneros de Salcedo celebrarán una asamblea el próximo mes de septiembre en la que debatirán sobre el plan de actuaciones que desarrollará la entidad parroquial en 2015, al que destinará el 90% del importe del canon que percibirá por el alquiler de los terrenos.

«Imos poñer o monte en valor, na liña que vimos seguindo ata o de agora, co desenvolvemento de tarefas de limpeza, repoboación forestal, eliminación de especies invasoras e arranxo de camiños. Para efectuar os traballos investiremos a práctica totalidade do canon que nos pagará Defensa».

Responsabilidad

Pintos indica que, tras la firma del acuerdo, «as dúas partes teremos que cumprir escrupulosamente o convenio tal e como está redatado, e manter unha relación normalizada». Apostilla que la entidad parroquial deberá «xestionar con responsabilidade e sentido común» los recursos económicos.

El dirigente de los comuneros señala que cuando asumió el cargo, el 31 de mayo de 2009, el monte vecinal de Salcedo se encontraba «nun estado de abandono absoluto por parte dos militares, non só en canto á masa forestal, senón tamén en canto ao deterioro da superficie, chea de buratos e pedras que teremos que reconstruir mediante os traballos que nos permita a lei. Estas actuacións de mellora levarannos un período de tempo moi longo e moitos cartos».

Pintos destaca que el acuerdo permitirá disfrutar del monte comunal de Salcedo no solo a los vecinos de esta parroquia, sino también a los de la ciudad, quienes «dentro de pouco disporán dun espazo de esparexemento no que poderán gozar da natureza».

Además, el acuerdo que suscribirán los comuneros con Defensa obliga al Ministerio a efectuar el derribo de las instalaciones del actual campo de maniobras y a trasladarlas a una zona alejada de los núcleos habitados.

El documento fija un plazo de un año y medio (que comenzó a contar el pasado 1 de enero) para demoler la aldea afgana y la réplica de una calle en la que los militares efectúan prácticas de guerrilla urbana. Pintos precisa que «a Defensa quédalle un ano para rematar o traballo, que o fará con rapidez, xa que facer aterramentos, excavacións e demolicións resulta fácil».

Comentarios