El poblado que desbanca a O Vao como el gran súper de la droga

Una vista aérea del pequeño poblado. (Foto: DP)
photo_camera Una vista aérea del pequeño poblado. (Foto: DP)

En un cruce de caminos ubicado en el límite entre los términos municipales de Vilanova de Arousa (al que pertenece), Caldas de Reis y Vilagarcía de Arousa, se levanta el poblado chabolista que ha logrado desbancar a O Vao como el gran suministrador de sustancias estupefacientes en Galicia. Su presencia en un recóndito enclave al que solo se accede con la intención de dirigirse a su interior (el vial que conduce a él no tiene otra salida que el núcleo de viviendas) viene de lejos. El lugar, aunque se circunscribe en Baión (Vilanova), es conocido como el poblado gitano de Rubiáns, por su proximidad al conocido lugar de la entrada Sur de Vilagarcía. Se halla encastrado en un área boscosa, de un modo similar a lo que sucedía años atrás en O Vao, muy cerca del inicio de la variante que une Baión con Fontecarmoa y el acceso al puerto vilagarciano. A medio camino entre el Pazo de Rubiáns y el Pazo Baión, los especialistas de la Policía Nacional de Pontevedra se encontraron con un grupo organizado supuestamente encabezado por C.J.B. (el patriarca) dedicado al procesado y almacenamiento de importantes cantidades de droga, especialmente heroína, que distribuían entre personas que a su vez las vendían en el mercado ilícito.

Abastecimiento

Los agentes del Grupo Operativo de Tráfico Medio de Estupefacientes, que siguieron la pista de C.J.B. durante varios meses hasta que tuvieron las pruebas necesarias como para detenerle, sostienen que este poblado tenía capacidad suficiente para abastecer de estupefacientes a personas de las cuatro provincias gallegas (constataron relaciones de narcotráfico con coruñeses y con lucenses), y consideran que el mismísimo poblado de O Vao recurre a este otro para conseguir la mercancía que desde allí se distribuye a los consumidores finales de la capital provincial y sus inmediaciones.

Su modus operandi es totalmente opuesto al que se puede apreciar en O Vao. Aquí, a diferencia de lo que sucede en el histórico poblado, nadie sospechaba nada. «Nunca han dado un solo problema. ¿Trapicheo? Para nada. Aquí no se ve nada de eso», señalan vecinos de la zona. Una mujer que vive desde niña en las inmediaciones explica que «hace 40 años ya estaban aquí. Yo les recuerdo desde siempre. No eran ostentosos, sus coches nunca fueron de gran lujo, pero me llamaba la atención que tenían antenas parabólicas antes que nadie, y las mejores televisiones. Por lo demás, nunca han dado problemas».

Otros vecinos dicen que «creemos que se dedican a la venta ambulante, en las ferias».

La imagen del poblado es, pues, la de un grupo de personas que vive de su trabajo y que no da problemas. La Policía Nacional descubrió que las cosas no eran lo que parecían. La entrada en el poblado (para la que fueron asistidos por los agentes antidisturbios) y el consiguiente registro de algunas de las chabolas (no tenían autorización para acceder a todas ellas) desveló la presencia de un laboratorio para el procesado de caballo dotado de todos los instrumentos necesarios para cortar las sustancias y con capacidad para multiplicar por tres o por cuatro el valor final de la droga. La Policía calcula que C.J.B., supuesto cabecilla, tenía bienes y efectivo por valor de unos 200.000 euros entre dinero, joyas y vehículos.

Se produjeron 22 arrestos en tres fases en toda Galicia, y podrían ser más. Se halló mucho dinero en efectivo, abundante droga y también armas. Tal vez haya más de lo que fue incautado. El poblado de Rubiáns, O Vao 2.0, ha sido desenmascarado.

Comentarios