''El PSOE llegó a decir que sería concejala no electa del BNG''

Se muestra cansada de echar la mirada atrás, y casi con pereza acepta una entrevista para zanjar su extraña salida de la política municipal. A Teresa Casal (Pontevedra, 1948) le llama la atención que sean otros los que se presenten como víctimas. ''Fui yo la que se quedó sola''.

TERESA CASAL recibe en su despacho la mañana del viernes. Abre la ventana, por donde se cuelan los ruidos de la ciudad, y se inclina ligeramente hacia delante, observando con curiosidad al frente. Parece jovial. Un cubo en su mesa dice: ''Superación. Respeto. Compromiso. Nobleza''. Casal sale de un cáncer.

¿Cómo se encuentra?

Supongo que te refieres a mi salud. Estoy bien. Lo malo de estas cosas son los controles continuos; en verano tuve que pasarlos todos. Y a los que tenemos este tipo de enfermedades se nos dice que volvamos en seis meses, así que te quedas esperando ese espacio de tiempo. Pero vamos, bien.

Ve el Concello desde fuera, como una ciudadana.

Yo siempre dije que la política no es una profesión. No debería serlo para nadie. Estoy muy orgullosa y muy agradecida por el tiempo que pasé allí, y lo único que me hubiera gustado es que mi despedida no fuera como fue.

¿Qué le está pareciendo la gestión del bipartito en el Gobierno local?

Yo no la entiendo. No sé por qué un Gobierno que en los últimos ocho años se caracterizó mucho por proteger, cuidar y poner en valor el patrimonio, lo entierre ahora o lo regale. Yo estoy convencida de que la vocación de esta ciudad es servicios, comercio y turismo, y en un momento en el que (con mucho trabajiño) tenemos una empresa de turismo en una sede digna, no entiendo que eso que supuso un esfuerzo enorme de alguna manera se esté regalando. No le veo sentido.

A usted no la llaman.

Yo te hablo de lo que está apareciendo en los medios. A mí nadie del Gobierno local ni me dijo nada ni tengo ni idea.

Es curioso teniendo en cuenta que usted ha gestionado eso los últimos años.

Es que yo no lo entiendo. Te pongo como ejemplo la 'canceira' [el nuevo refugio de animales]. Están hablando de gastar un dinero en la actual. Celia [Alonso] tuvo mucho empeño en sacar eso adelante, y ese, el terreno en el que está la actual ‘canceira’, es un terreno del que los informes técnicos que hay dicen que como hagas algo ahí se va todo para abajo. ¡Se caería! Eso está todo en el Ayuntamiento.

¿A qué obedece que salga su nombre ahora a la palestra como posible aspirante al Senado?

Cuando a mí se me descabalgó de la posibilidad de ser candidata, se dijo por parte de los 'oficialistas', para entendernos, que quienes no me querían eran los críticos. Pero yo con esa gente hablé siempre. Ahora están un poco más centrados, porque entre ellos había algunos elementos que andaban por allí y creo que ya no están. Lo que te quiero decir es que nunca tuvieron ningún problema conmigo. Me dicen que si pueden usar mi nombre, y yo, sabiendo desde el primer momento que es un brindis al sol, de alguna manera quería desmentir que eran los críticos los que me vetaban para las municipales. Y también desmentir muy categóricamente que yo no quería ser candidata. Fue un gesto en ese sentido.

Pero usted no quiso presentarse a las elecciones, según Antón Louro. No quiso ir a las primarias.

Eso es falso. A mí a finales de agosto del año pasado me llama Antón Louro y viene a mi casa a Sanxenxo. Quedamos en el bar del Hotel La Terraza. Allí estamos hablando mucho tiempo, y lo que me dice es que se me acabó la vida política municipal. Esto me lo dice Louro. Y me lo ratifica a los dos días Modesto Pose y 'Cáceres', que vienen a mi casa para decírmelo. Que se acabó porque hay unos grupos que no quieren que yo esté. Eso es lo que se me dice.

¿Cómo reaccionó?

Como ya te dije que la política no es una profesión, en cuanto los dirigentes de mi partido me dicen: ''Mira, se te acabó, bonita''', ¿yo qué quieres que haga? ¿Que me ponga a pelear? El tema de las primarias ya se vio en que quedó. Si a mí me plantean: ''Hay que hacer unas primarias porque los críticos las piden...''. ¿Pero yo pelearme, yo sola, por un puesto? No hijo, no. Y esto no se planteó, ojo. A mí se me dijo: ''A ti se te acabó''. Punto. Pues se acabó, qué le vamos a hacer.

En Pontevedra llegó a decir Pachi Vázquez que repetiría. Y usted puso en frío esas declaraciones.

Yo muy lista no soy, pero tonta tampoco. Desde hace dos años se estaban haciendo cenas, haciendo reuniones, incluso con gente de mi mismo grupo, en las que se estaba hablando de un recambio. Conmigo no se habló nunca. Yo siempre lo dije: ''¿Por qué no hablasteis conmigo cuando pensabáis ya en cambiarme?''. Por las razones que fueran, ¿eh? Hubo muchas cenitas, de machitos siempre, como digo yo, y muchas reuniones y muchas historias. Se estaba cocinando desde hacía mucho tiempo que a mí no me querían, pero los que no me querían eran varios de mis propios compañeros de la Ejecutiva local y provincial, no la gente de a pie. Con los militantes siempre me he encontrado a gusto y no tengo ningún problema. Con los que empecé a tener problemas es con toda esta gente.

¿Se sintió traicionada por sus compañeros del grupo municipal?

A mí no me gusta...

Igual es una palabra un poco gorda.

Yo lo que te puedo decir es que en cuanto mis compañeros del grupo vieron que tenían un puesto en la lista Teresita dejó de existir. Hasta el punto de que no he recibido una sola llamada telefónica de mis propios compañeros nunca más.

Tampoco eran puestos muy seguros. Sorprendió, por ejemplo, que José Manuel Valcárcel fuese de número seis.

Vamos a ver. Una encuesta anterior al cambio de candidato del PSdeG nos daba seis concejales y subiendo. El puesto seis debería haber sido un puesto de salida. Estoy convencida. Hombre, 'Cáceres' iba de cuatro, y Celia de cinco. De alguna manera se respetaban los puestos que habían tenido las listas anteriores. Pero claro, hay que tener en cuenta que en toda la campaña no se habló del trabajo que había hecho el Partido Socialista.

Usted no hizo campaña y no fue al mitin central.

Yo fui a la presentación de Louro al Galicia Palace. Me lo pidió él y me dijo que hablase. Yo le contesté que no hablaría porque Louro sabe desde el primer momento lo que pienso, y le dije que si hablaba iba a decir cosas que no le iban a gustar. Estaba recién operada, y me costó trabajo ir. Pues nunca me volvieron a llamar para nada. Ni para la cena, ni para el mitin central, ni para nada. La última semana de campaña me llamó una militante para decirme que si quería ir a repartir propaganda a una carpa. Le dije: ''Pues mira, no''. A mí no me consultaron cuando hicieron el programa. No digo que me tuvieran que consultar, pero no tenía sentido que no dijese algo, ¿no?, porque estuve en el Gobierno local ocho años y algo sabré. Pero que no haya estado no quiere decir que haya hecho campaña por algún otro partido.

¿Eso quién lo dijo?

Algunos de mis compañeros. ¡Dijeron una barbaridad de cosas! Hasta que yo iba a ser concejala no electa por el Bloque.

¿Por qué lo decían?

Pues no lo sé. ¿Porque el Bloque hizo unas caricaturas y yo aparecía por ahí? [En el dibujo de un folleto electoral aparecía en una gasolinera, abandonada] ¿Lo decían por eso? ¡Pero si ese dibujo no era más que la verdad! ¿O acaso a mí no me dejaron tirada? Con esto te quiero decir que parece que los ofendidos son ellos cuando la única que se quedó más sola que la una respecto a esa gente fui yo. Y además todo esto lo empezaron a decir después de los resultados. Antes no, ¿eh? Solo después empiezan a decir que yo no quise ir de candidata. O sea que les hice la puñeta. Pero hombre, si Louro era el que iba a conseguir arrasar y todo eso. ¿No era eso lo que decían? Yo creo que lo decían porque estaban convencidos.

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