El retraso de Loureiro Crespo rompe la tregua del Concello con Fomento

PONTEVEDRA. El paréntesis que viene de abrir el Gobierno local alrededor del Ministerio de Fomento, al que sitúa fuera de la supuesta conspiración del PP de Pontevedra de no dar «nin auga» a la ciudad capitalina, ya tiene uno de sus lados abiertos. Todo por las obras del Eixo Atlántico que se están ejecutando en Loureiro Crespo, a la altura de la pasarela, cuyo plazo ha sido superado por enésima vez y, lo que irrita más al bipartito, sin visos de señalar de una vez por todas en el calendario una fecha para la finalización de los trabajos.

En un principio, la empresa adjudicataria de la actuación se había comprometido a retirar las máquinas en febrero, cuatro meses después de que invadieran la arteria Este y la privaran del tráfico rodado. Posteriormente, se fueron sucediendo prórrogas hasta llegar a la que aparentemente era la última, la que fechaba la reapertura del vial entre el 20 y el 30 de abril. Sin embargo, ese tope se ha sobrepasado nuevamente y, a la vista de las obras, no por meros retoques de última hora. La actuación todavía está muy verde, pese a la llegada de la primavera.

Estos continuos retrasos han empujado al Concello, y más en particular, al concejal de Mobilidade, Luís Bará, a trasladar al Ministerio de Fomento por segunda vez su «malestar polo incumprimento da última data comprometida, fixada para finais deste mes de abril». La primera no trascendió a la opinión pública, pues tuvo lugar en el marco de una reunión a puerta cerrada con los responsables de la obra, en la que el nacionalista ya había trasladado su desagrado ante esta demora e incluso había solicitado «que deran as explicacións pertinentes aos afectados, especialmente aos residentes e comerciantes da zona».

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