Los turistas que visitan las Rías Baixas echan de menos el transporte público y se quejan de una deficiente señalización que muchas veces les impide llegar a la primera al lugar al cual realmente quieren ir.
Esos son las dos críticas más reiteradas que este verano han canalizado los 80 informadores turísticos de las 40 casetas que se reparten por la provincia de Pontevedra.
Con estos trabajadores, mayoritariamente mujeres, se reunió en las últimas horas el presidente de la Deputación, Rafael Louzán, de quien depende el Observatorio de Turismo Rías Baixas.
Louzán entonó el "mea culpa" y tendió la mano a las otras administraciones implicadas para resolver de una vez por todas el deficiente transporte público que atribuye a un error de concepto.
SOLUCIONES CONJUNTAS
Hay que buscar, dijo Louzán, "soluciones conjuntas que acaben con carencias incomprensibles como un autobús que enlace la ciudad de Pontevedra con el aeropuerto de Vigo".
Y en cuanto a la señalización turística, reconoce también el presidente de la Deputación que "hay mucho por hacer, aunque ya están previstas algunas actuaciones".
"Tenemos prevista una inversión cercana a los 300.000 euros para señalización turística en el marco de la nueva Ley de Turismo que espero que nos marque la pauta", ha afirmado Louzán, para quien el problema radica en que no se puede ir "a una gran modernización por los costes abusivos que tiene una nueva señalización".
Se trata de una actuación demasiado cara para afrontarla de un tirón porque supondría implantar un sistema homogéneo de señalización que facilite a la ciudadanía el conocimiento y el acceso a los recursos y actividades turísticas.
