El usuario del albergue de Cáritas huye del frío en invierno y busca trabajo en verano

Manuel Ramallo entregando ayer alimentos a María José Corbacho en el albergue San Javier. gonzalo garcía
photo_camera Manuel Ramallo entregando ayer alimentos a María José Corbacho en el albergue San Javier. gonzalo garcía

PONTEVEDRA. Está abierto los 365 días del año, desde las siete de la tarde hasta las ocho y media de la mañana. El albergue de transeúntes San Javier acogió en 2012 a 545 indigentes, con 5.942 pernoctaciones, lo que representa una ocupación del 81,1%.

No solo la crisis económica ha cambiado el perfil de los usuarios que ocupan las 20 plazas con las que cuenta el refugio. Las características de los inquilinos, que abarrotan el centro situado en Monte Porreiro (en su mayoría foráneos, cuyas edades oscilan entre los 20 y los 80 años), también varían con las estaciones del año.

Así, el visitante que recurre a este establecimiento en invierno busca cobijarse de la lluvia y huir de las gélidas temperaturas nocturnas que le pueden causar hipotermia. Con el calor que suele registrarse durante la temporada estival le resulta más fácil pasar la noche en la calle o en un portal, dentro de un saco de dormir o amparado por cartones.

Por contra, buena parte de los usuarios que pernoctan en el albergue San Javier durante el verano son personas que cuentan con experiencia laboral y que llegan a Pontevedra en busca de trabajo, sobre todo en el sector de la hostelería.

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