PONTEVEDRA. Elnosa ha presentado un recurso contencioso-administrativo ante del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) para evitar su cierre a principios del año que viene. El pleito, con fecha del pasado mes de julio, responde al ultimátum dado por la Xunta en 2011 tras la renovación de la Autorización Ambiental Integrada (AAI). En ella, la Consellería fijó el cese de actividad de la fábrica de Lourizán para el 7 de enero de 2014 y lo hizo en base al cumplimiento de una directiva europea sobre emisiones que restringe la actividad industrial de las cloreras que utilicen mercurio en su proceso de producción.
La compañía se aferra precisamente a la transposición de esta normativa comunitaria a la legislación española para exigir al Gobierno gallego que suprima cualquier referencia temporal que signifique el cierre de sus instalaciones en Pontevedra. El grupo portugués CUF-Químicos Industriais, propietario de Elnosa, sostiene que la AAI es discriminatoria en comparación con los permisos ambientales que afectan a otras cloreras en España, cuyas concesiones expiran en 2014, 2016 y 2018.
Fuentes autonómicas reconocen que la decisión de la Consellería que dirige Agustín Hernández de limitar la presencia de Elnosa en Lourizán ha sido «restrictiva». Sin embargo, los servicios jurídicos de la Xunta niegan en su escrito al TSXG que la autorización ambiental otorgada a la planta pontevedresa contradiga la directiva europea sobre emisiones. Esta, que entrará en vigor a partir del 7 de enero de 2014 para las cloreras creadas con anterioridad a esta fecha, obliga a las empresas del sector a utilizar las mejores tecnologías disponibles para evitar daños en el medio ambiente. En el caso de Elnosa, a cambiar su sistema de mercurio por otro de membrana.
La directiva permite prorrogar los cambios tecnológicos a aquellas empresas que demuestren que estos suponen un coste desproporcionado en relación al beneficio ambiental obtenido. A esta excepción se agarraron en su día los trabajadores de la compañía portuguesa para defender la continuidad de su factoría más allá de enero de 2014.
El Concello de Pontevedra también se personará en la causa para defender la AAI otorgada a Elnosa. Será a través de argumentos muy similares a los utilizados por la Xunta, aunque con un probable matiz: la defensa de la salida de la clorera de su actual ubicación. «Con este recurso o único que pretende a empresa é seguir onde está», dijo ayer el concejal de Infraestruturas, Cesáreo Mosquera, que, tras hacer público el pleito judicial, aseguró que la fábrica «é unha auténtica bomba de reloxería» a nivel ambiental.
Negociaciones
Responsables de la Consellería de Medio Ambiente aseguraron ayer a este periódico que la negociación para el traslado de Elnosa sigue activa a pesar del contencioso-administrativo presentado por la firma. «Este proceso forma parte del derecho de la empresa a defender sus intereses, lo cual no impide que se pueda llegar a un acuerdo sobre el traslado», aclararon.
Las mismas fuentes aseguran que el departamento autonómico tiene una «relación fluida» con la dirección de CUF Químicos-Industriais en el marco de los encuentros que ambas partes mantienen con carácter confidencial. Por el momento, lo único que ha trascendido de estas reuniones (siempre por boca de la Xunta) es la hipotética intención de la compañía portuguesa de presentar un plan de traslado que debería recoger el lugar para la construcción de una nueva fábrica libre de mercurio, preferiblemente dentro de la comarca de Pontevedra, y el coste de todo este proceso.
En caso de cumplir con sus peticiones, la Consellería aseguró que estudiaría la posibilidad de otorgar una moratoria a la actual Autorización Ambiental Integrada para que Elnosa pudiera desmantelar su planta pontevedresa y poner en marcha una nueva. Por el momento, el único plan de reconversión presentado por la firma es de 2011 y plantea su permanencia en la ría.
