Ence paraliza las máquinas

La fábrica de Ence tiene todo a punto para la parada técnica anual. Hoy comenzaron los preparativos y mañana se decretará oficialmente la paralización total del proceso de producción hasta el próximo 1 de abril.

Todos los años se produce un paréntesis en la actividad para realizar labores de mantenimiento y, por norma general, durante el mes de marzo. Sin embargo, la parada de este año es algo excepcional, dada la inversión prevista, de 7,6 millones de euros, y el número de operarios que intervendrán en la operación: 1.475, casi el doble de los que interactuaron el año pasado.

La detención del proceso será aprovechado por la factoría para realizar actuaciones relacionadas con la mejora ambiental de la planta, la reducción de emisiones de vapor de agua, la incorporación de nuevas tecnologías y la optimización de la eficiencia energética.

El primer paso de la parada consiste en labores previas, como la limpieza y vaciado de tanques y la colocación de las casetas que utilizarán los más de mil operarios contratados para cambiar de vestuario y asearse.

De forma simultánea, comienza la paralización de la producción de pasta de celulosa y de energía de biomasa. La cocción de la última partida de madera se realizó ayer a las 05.00 de la madrugada y finalizó a las 6.50 horas. Por norma general, el proceso de producción de celulosa tiene una duración de doce horas, porque tras la cocción se suceden las fases de lavado de la pasta, blanqueo, secado, empacado y amacenamiento. Sin embargo, la parada técnica obliga a ser más puntillosos y a vaciar algunos tanques de la fábrica, lo que provoca un retraso de unas horas. Así, la última tonelada de pasta no estará lista hasta primera hora de hoy, momento en el que se apagarán todas las máquinas.

La producción de energía a partir de la lignina, también conocida como licor negro y caracterizada por ser el segundo componente principal de la madera, se mantuvo hasta las cuatro de la tarde, cuando se dio por consumida toda la materia aprovechable de la última tandada de madera.

Biomasa externa

La que seguirá operando hasta el último momento será la caldera de biomasa, que genera energía a partir de la corteza de los troncos de los que se extrae la celulosa, los restos de árboles que no se aprovechan para la producción, parte de los lodos que se forman en el proceso de depuración y cerca de 700 toneladas de biomasa que Ence adquiere a proveedores externos. Según los responsables de la pastera, esta última es la que tarda más en apagarse, ya que es la que «genera el vapor de agua necesario para terminar el proceso de producción de pasta».

Los preparativos motivaron la llegada de las primeras cuadrillas para ejecutar la parada técnica, aunque será hoy cuando se producirá la arribada de la mayoría de los 1.125 operarios contratados para poner a punto la pastera. A estos se suman los cerca de 350 empleados de Ence, que también participarán en el operativo.

Según avanzó el director de la planta Antonio Casal, el primer cambio que percibirán los ciudadanos al término de la parada técnica será una menor visibilidad de las columnas de vapor de agua, un reto en el que Ence lleva dos años inviertiendo recursos.

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