El catedrático de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social Jaime Cabeza se presenta a las elecciones a la reitoría de la Universidade de Vigo el mes de mayo porque cree que la institución académica se merece algo mejor.
En la Facultade de Ciencias Sociais nos explica sus ideas para impulsar el campus de A Xunqueira. ¿Cuáles son los proyectos para el campus de Pontevedra?
El campus de Pontevedra es quizá el que tuvo menos desarrollo de los tres de la Universidade de Vigo. Creo que aquí se plasman algunos de los vicios de la institución, es una pena que un campus tan próximo a la ciudad tenga una relación tan poco fluida con el ciudadano. Con el alcalde hablamos de problemas de infraestructuras porque hay un bajo nivel institucional. Pontevedra es un eje de dinamismo que concita la comarca do Salnés, Sanxenxo y tengo la impresión de que el pulso es débil. Tiene que darse un salto importante a nivel institucional y académico. Hay sinergias, titulaciones que se están convirtiendo en grados interesantes como es el caso de Belas Artes y Comunicación Audiovisual, son áreas de conocimiento que pueden proyectar prosgrados en el futuro. Está la Escola del Deseño e Moda en pleno auge y todo este ámbito de conocimiento hay que reforzarlo. Hay que hacer una política más intensa en relaciones institucionales porque precisamente éste es un campus que tiene unas fortalezas enormes.
En el año 2010 se abre el mapa de titulaciones ¿Por qué graos apostaría usted para Pontevedra?
Hay que ser prudentes. Los grados tienen que ser ortodoxos y muy reconocibles en el espacio europeo. Es importante que permitan la movilidad para que un estudiante que estudia un primer curso en Pontevedra no tenga mayores hándicaps para irse a Alemania. Y esto se tiene que hacer con un estudio de empleabilidad. Eso me importa mucho porque percibo que estamos asistiendo a la ley de la selva. Un buen ‘conseguidor’ de la facultada busca financiación y consigue un posgrado pero no hace un análisis estratégico de mercado. No pretendo enseñarle a un decano de la Facultade de Ciencias Sociales que posgrados tiene que elegir, lo que sí le diría es que fuesen estratégicos para la facultad y para la ciudad de Pontevedra con un estudio de empleabilidad. Lo que no puede ser es que lancemos 30 profesionales al año a un mercado de trabajo que no tenga capacidad de absorberlos.
¿Qué posibilidades cree que tiene el Edificio das Artes?
El Concello ya hizo sus deberes y ahora nos encontramos más con un problema de ejecución que de planificación. Belas Artes es una titulación con muchas posibilidades y está ahora mismo condicionando su crecimiento brutalmente por falta de espacio.
El actual equipo prevé la construcción de una guardería y minipisos en el campus. ¿Apostará usted por este tipo de proyectos?
Me gusta la Universidade de las personas no de las infraestructuras. No hay ninguna guardería en la Universidade de Vigo lo que quiere decir que, entre las prioridades del equipo de Gobierno, no están el bienestar de las personas. Yo creo que es más urgente una estructura como una guardería que una de investigación. Las políticas de igualdad de esta Universidade pertenecen a los años 70. Por ello tenemos la plantilla con menos grado de funcionalización de todos los campus y el menor grado de estabilidad profesional. Hemos hecho una apuesta irreflexiva por la excelencia con muy buenos grupos de investigación que hay que mimarlos pero, en general, se trata de grupos muy jóvenes y pequeños que necesitan medidas de fomento. Este mandato ha sido el del desequilibrio. La Facultade de Ciencas Sociais tiene un ratio de profesor-alumno que no es propia del siglo XIX con una media de 29 alumnos por profesor mientras que hay otras en Vigo que tienen 3 estudiantes por docente.
¿Cómo solventará usted este problema?
Cambiando las preferencias. Hay que ser realista. Tenemos problemas de plantilla y, para ello, hay que generar recursos humanos allá donde se necesitan.
