Familiares que buscan bebés perdidos en el franquismo unen sus esfuerzos

Los casos de bebés supuestamente robados durante los últimos años del franquismo en el Hospital de Pontevedra se están multiplicando con el paso de los días. La denuncia de Carmen Portas, que busca a su hermano (desaparecido en el Provincial en 1966) ha hecho que otras personas que vivieron situaciones similares se hayan puesto manos a la obra, en busca de pistas que les acerquen a sus familiares perdidos. En la tarde de este lunes se produjo el primer encuentro entre los tres 'investigadores' que trabajan para dar con sus allegados.

La reunión, que se extendió durante más de una hora, sirvió para que los tres protagonistas expusiesen a los demás sus casos, con el objetivo de ayudarse mutuamente para avanzar. El último en unirse al cónclave fue Faustino González, un vecino de Combarro cuya identidad no había trascendido hasta ahora y que tiene fundadas sospechas de que alguien le robó a su hija en el Provincial en 1964.

''Mi niña estaba viva a las seis de la mañana. Después, la monja nos dijo que se había muerto'', explica. Nadie vio, al igual que en los otros dos casos conocidos (los de los familiares de Carmen Portas y Flora Villamil) el cadáver. En su caso, además, hay una circunstancia aún más extraña: el personal del Provincial ('capitaneado' por la misma monja de la que hablan Carmen y Flora en sus testimonios) mantuvo a su esposa, María del Carmen Costas, y a su hija ingresadas durante nueve días (pese a que estaba bien). En el momento en el que le comunicaron la supuesta muerte del bebé, dieron el alta a la madre. Faustino, vecino de Combarro, tiene documentos que acreditan esta larga e inexplicable estancia en el centro sanitario.

Más reuniones

Los protagonistas se encontrarán en unos días para darse cuenta de los avances que haya podido lograr cada cual en sus pesquisas. Los pasos a seguir serán diferentes. Carmen Portas recomendó a sus dos compañeros a presentar sus respectivas denuncias en los juzgados de A Parda. Flora aún está en la primera fase de las averiguaciones, y Faustino tenía previsto hablar en la mañana de hoy con la Asociación de Nacimientos y Adopciones Irregulares (Anadir) para obtener nuevas vías de investigación, dado que ni en el Registro Civil le dan nada (aduciendo que una inundación estropeó los datos de 1964) ni en el cementerio de San Mauro, al menos por el momento. En el encuentro también se habló de la existencia de más casos procedentes del mismo lugar y en la misma época. ''Cuanta más gente hable, mejor'', dijeron.

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