Fariña denuncia "desigualdades patentes" en las primarias del PSOE

Arquitecta de profesión y militante socialista desde 2011, María José Fariña presentó ayer su candidatura a las primarias del PSOE con el deseo de concurrir a la elección del próximo candidato a la Alcaldía, prevista para el 30 de noviembre.

Desde hace una semana intenta reunir los 63 avales (equivalentes al 20% de la militancia) que exige el reglamento del partido para presentarse en las urnas. Lo hace «sin tutelas» y plenamente «dispuesta a asumir una gran responsabilidad», pero es precisamente esta tarea la que ha suscitado sus primeras críticas y, probablemente, las primeras brechas frente a su rival, el secretario general del PSOE local, Agustín Fernández, con el que comparte «una relación estupenda».

Si este aseguró hace dos días que había renunciado a ser el candidato de la ejecutiva para participar en las mismas circunstancias que su contrincante, Fariña denunció ayer las dificultades que se está topando para competir en igualdad de condiciones.

Sus reproches se deben «al problema que siempre que hay en este tipo de procesos», el de que las personas que forman parte del órgano del partido «tienen acceso directo al nombre y al teléfono de los militantes». En su caso, no ocupa ningún cargo, por lo que el partido le ha negado el acceso al censo de militantes «por la Ley de protección de datos» y le ha brindado una única herramienta útil para recabar avales: el envío de una carta colectiva a todos los afialiados, «que la gente percibe como algo más impersonal». «Estoy en unas condiciones de desigualdad patentes. Tendrían que ponerse todos los medios para facilitar el contacto directo con la militancia y no ampararse en condiciones legales», denunció la socialista.

La situación le ha obligado a echar mano de su equipo y a ir recabando apoyos por la vía del «boca a boca»

Cien por cien crítica

«Sin tutelas» y dispuesta a «asumir una gran responsabilidad», Fariña explicó que ha decidido dar el paso porque cree necesario «revitalizar el partido en un momento en el que la sociedad lo demanda». En ese ejercicio de renovación estima que los cambios deben venir de la mano de distintas personas «a las que nos han representado durante tantos años», a las que agradece su trabajo y a las que exige «generosidad para que den paso a una savia nueva».

Su propósito es formar una candidatura donde confluyan «todas las sensibilidades» y, aunque reconoció haber participado en el equipo de los críticos, huye de las etiquetas. «Yo soy crítica, pero a todos los efectos, y no acabo de entender que existan tantas corrientes en esta agrupación. Lo importante es actuar como un todo y no crear problemas entre nosotros, sino atender los de los ciudadanos», subrayó.

Admitió que cuenta con el apoyo de una de las cabezas visibles del sector díscolo, pero evita concretar si se trata de José Manuel Valcárcel, David Civeira o Jorge Nogueira, alegando con sutil ironía que ella también respeta «la protección de datos».

Programa

A nivel de programa, la socialista expresó su compromiso de prestar mayor atención a la periferia, «donde reside el 40% de la población», y de luchar con mayor firmeza contra el desempleo con instrumentos que, en su opinión, se han quedado en la trastienda. Así, habló de aprovechar las posibles sinergias entre la Universidade de Vigo y la Uned para aplicar sus ‘recetas’ en el tejido productivo, y de estrechar los lazos del concello capitalino con los ayuntamientos cercanos para «un óptimo desarrollo común».

Fariña se postuló a favor de impulsar un Plan Xeral de Ordenación Municipal y de fomentar el transporte público. Sobre Ence se mostró partidaria de trasladar la fábrica y de aumentar sus capacidades para poder completar el ciclo de papel «y no vender únicamente la pasta de celulosa». Por ello, requirió datos «sobre la riqueza que podría generar si no estuviera en su actual emplazamiento».

Sobre la ubicación de la planta de compost no llegó a pronunciarse, pero sí propuso generar energía con los residuos para abastecer de agua caliente y calefacción a las viviendas. «Gran parte de la basura no será utilizada, así que creará un doble problema: deberá incinerarse o trasladarse», alertó.

Mejor sola que con Lores

Fariña cree el PSOE debería haber «pensado mejor» su entrada en el Gobierno con el BNG. En su opinión, «quizás se hubieran logrado mejores acuerdos con apoyos puntuales», aunque también precisó que lo ve así «ahora y no en aquel momento».

Fariña se hizo militante del PSOE en 2011, a raíz del movimiento 15M. «Quería cambios en el partido y la mejor manera me pareció desde dentro».

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