¿Firmamos el pacto o no firmamos el pacto?

PONTEVEDRA. Once días después de celebrarse las elecciones municipales, la mayor parte de los concellos de la provincia donde no se han registrado mayorías absolutas siguen sin definirse. Lo normal en muchos casos sería alcanzar pactos bipartitos, pero ninguno de los concellos que pueden llegar a ellos los han materializado. Lo máximo que se ofrece son declaraciones de buenas intenciones. Del entorno de la capital de la provincia, salvo Cangas, solo los ayuntamientos en los que hay mayorías absolutas (Marín, Ponte Caldelas, Cotobade, Soutomaior, A Lama, Cerdedo, Forcarei, Campo Lameiro, Meis, Meaño, Cambados, Vilanova, Ribadumia, Portas, Barro y Valga, del PP; Catoira, del PSOE, y Bueu, del BNG) tienen absolutamente claro lo que va a ocurrir el día 11.

Pontevedra

El BNG apuesta por reeditar el pacto que tan buenos frutos le ha dado en los comicios del día 22, pero los socialistas parecen estar tomándoselo con más calma después del descalabro sufrido que les ha llevado de seis a tres concejales. El líder del PSdeG, Antón Louro, ha recibido autorización para iniciar los contactos, pero las conversaciones entre nacionalistas y socialistas no han pasado de informales. El BNG juega con la ventaja de que solo necesita al PSOE para la investidura y después podría gobernar en minoría, aunque se antoja una opción muy poco probable.

Poio

Una situación similar a la de Pontevedra, en la que los socialistas creen que el BNG ha rentabilizado mejor el pacto de los últimos cuatro años gracias a su posición dominante. También aquí los nacionalistas quieren repetir la experiencia y los socialistas se lo piensan un poco más. La semana que viene empezarán los contactos en serio.

Caldas

El PSOE, con mayoría simple, inició las negociaciones con el BNG, que tiene el noveno escaño que le permitiría gobernar con tranquilidad, después de que los nacionalistas descartasen pactar con el PP, que también necesitaría el apoyo del único edil de ICdR. Si hace cuatro años el BNG optó por apoyar la investidura de Juan Manuel Rey y darle apoyos puntuales, en esta ocasión se debate entre entrar en el Gobierno o quedarse en la oposición.

Cuntis

El PP volvió a ganar aumentando su diferencia con el PSOE, pero sus cinco concejales son insuficientes para gobernar en mayoría, por lo que no es descabellado pensar en que se reedite el pacto entre socialistas y nacionalistas, con cuatro ediles cada uno, aunque para ello deberían superar la traumática ruptura del verano pasado. Desde la cúpula de ambas formaciones se aboga por el bipartito, aunque a nivel local todavía no se produjo ninguna conversación mientras los rumores sobre las hipotéticas condiciones de ambos bandos crecen día a día.

Moraña

Aunque el PP desbancó al PSOE, los socialistas no se resignan a quedar desterrados en la oposición, por lo que ya iniciaron conversaciones con el BNG y con Alternativa Electoral de Moraña (AEM) para formar un tripartito con tres ediles cada uno. Sin embargo, el proyecto semeja complicado, máxime cuando AEM, liderado por Celso Diz, escindido del PSOE, también está en conversaciones con el PP, que con cuatro concejales necesita uno más para gobernar sin sobresaltos.

Pontecesures

El polvorín cesureño era esperado después de que se presentasen siete candidaturas, de las que seis consiguieron representación, por lo que las combinaciones son múltiples, aunque las circunstancias han acotado los posibles pactos a dos alternativas: un cuatripartito con PP (2), IP (2), ACP (1) y Terra Galega (1) o un tripartito con la fuerza más votada, el BNG (4), PSOE (1) y Tega (1). En todo caso, el edil de Terra Galega, Ángel Souto, es la clave y, de momento está escuchando ambas propuestas.

Vilaboa

Vilaboa es uno de esos concellos que se ha convertido en paradigma de las malas relaciones entre el PSdeG y el BNG. Los ocho años como alcalde de Luis Poceiro los han vivido los socialistas en minoría e incluso con pactos puntuales con el PP para poder sacar adelante los presupuestos. Ahora, se repite la situación y el PSdeG ha iniciado las negociaciones con las otras dos formaciones sin que por el momento se sepa hacia dónde se dirigen de forma clara. Lo que sí resulta una novedad es que nacionalistas y socialistas han tratado de hacer ‘tabla rasa’ y llevar los contactos sin tener en cuenta el pasado.

Cangas

En la villa canguesa, se cerró ayer mismo un pacto de Gobierno entre el PP y Unión das Parroquias de Cangas (UPAC), de tendencia conservadora y que encabeza el exconcejal ‘popular’ Nardo Faro Lagoa, que permitirá al exalcalde José Enrique Sotelo gobernar con mayoría absoluta. Entre ambas formaciones, sumarán 11 de los 21 concejales que integran la Corporación local. A pesar de las diferencias entre Sotelo y Faro Lagoa, el acuerdo fue posible y tardó pocos días en cerrarse, gracias a la intervención del presidente provincial del PP, Rafael Louzán.

Moaña

En Moaña, el BNG intenta cerrar un pacto con sus actuales socios del PSOE, partido con el que los nacionalistas llevan ya ocho años de Gobierno en el municipio. El grupo socialista exige una mayor presencia en los futuros órganos y responsabilidades dentro del Gobierno, tras considerar que la gestión realizada por el bipartito en los últimos años ha permitido rentabilizar votos al Bloque, que incrementó su representación, en detrimento de la pérdida de apoyos registrada en el PSOE.

A Illa

El BNG será determinante de nuevo en A Illa al haber empatado a cinco concelleiros PP y PSOE. Los populares lograron la victoria y estarían dispuestos a incorporar al nacionalista Carlos Otero a su equipo, presidido por Juan José González. Los nacionalistas no descartan esta opción, o la de abstenerse para que los populares gobiernen en minoría. La otra posibilidad que barajan es dar el voto a Manuel Vázquez para que el PSOE se mantenga en el poder, y a partir de ese monento sopesar si les conviene convertirse en aliados de los socialistas o quedar fuera del gobierno.

O Grove

En O Grove son cinco las formaciones que consiguieron representación y tanto el popular Miguel Pérez como el socialista José Antonio Cacabelos mueven sus fichas para hacerse con el bastón de mando en el Pleno de investidura que se celebrará el día 11. Pérez cobró ventaja después de la primera ronda de negociaciones. Con el previsible apoyo de Alfredo Bea, del Partido Galeguista Democrático, trata de convencer a Aida Filgueira, que dejó el PSOE hace cuatro años para formar una agrupación independiente denominada A Meca. Su intención es que ambos se incorporen al Gobierno local. Mientras Cacabelos trata de agotar sus escasas posibilidades de encadenar un segundo mandato, para lo que además del respaldo de los dos ediles del BNG y EU debería contar con el de Bea, que parece decidido a cambiar de aliado.

Vilagarcía

Vilagarcía quedó al margen la noche del recuento, cuando el alcaldable del PSOE, Modesto Pose, anunció que su partido no promovería negociaciones para tratar de llegar a un pacto con el BNG, EU e Ivil, con la finalidad de evitar que Tomás Fole, del PP, haga valer el peso de sus diez concelleiros en una corporación formada por 21 ediles y convertirse en alcalde.

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