El fiscal jefe de la Audiencia Provincial de Pontevedra, Juan Carlos Aladro Fernández; el abogado de Julio Araújo, Jesús Santaló Ríos, y la letrada de la familia de Sonia Iglesias Eirín, Isabel Martínez Cochón, acudieron en la mañana de ayer al edificio judicial de A Parda en respuesta a la citación efectuada por la titular del Juzgado de Instrucción Número 3 de Pontevedra, Rosa García Pardo. El motivo del encuentro fue la petición por parte de Santaló de una nueva prueba, uno de los últimos cartuchos de las partes a la hora de arrojar algo de luz acerca de la desaparición de la dependienta de Massimo Dutti el 18 de agosto de 2010 en pleno centro de Pontevedra.
«Esta proba foi pedida pola defensa para tratar de esclarecer algún punto que non estaba demasiado claro ao noso xuízo. De tódolos xeitos, o visionado non achegou ningún tipo de luz sobre as posibles sombras que puideran existir», explicó el letrado a la salida del cónclave, que transcurrió durante una hora, aproximadamente, entre las 10 y las 11 de la mañana de ayer.
«Foron os vídeos da rúa Oliva e os da Comandancia da Guardia Civil. Comprobamos que o vídeo perimetral do cuartel non cubre a zona da rotonda, senón un acceso a ela proveniente do centro comercial, polo que resulta imposible que se puidese esclarecer algo», señaló Santaló, que defiende los intereses del único imputado, Julio Araújo, expareja de la joven desaparecida.
«Do que se trataba era, respecto da zona da Oliva, de ver se existían zonas sombreadas ou se se cubría toda a zona. O visionado mostrou que non cubre nin o dez por cento da zona. Polo que respecta á rotonda do cuartel, queríamos ver o paso da testemuña que atopa a carteira da desaparecida e comprobar se puidese existir algún coche do que se podía sospeitar que lanzase esa carteira, pero o feito de que as imaxes non cubren a rotonda fixo que se detivese o visionado», señaló el letrado.
En relación con las imágenes de la calle Oliva, Santaló expuso que «hai unha testemuña que dá un par de datos obxectivos para localizar á persoa desaparecida entre as 11 e as 12 da mañá. A Policía amosoulle os vídeos e ela dixo que non se puido identificar a si mesma, nin por supuesto tampouco a Sonia Iglesias. O ámbito de cobertura desas cámaras é mínimo, moi limitado. Vés básicamente pés», explica el abogado.
Santaló adelantó que el siguiente paso que va a plantear es la ‘desimputación’ de su patrocinado en vista de que, tras tres años bajo investigación, nada parece indicar que el proceso contra él pueda convertirse en la apertura de un juicio oral, ni tan siquiera por un supuesto delito de detención ilegal.
El letrado ya solicitó tal ‘desimputación’ meses atrás, pero ahora volverá a insistir en ello en busca de que la jueza decida sobreseer de forma provisional el asunto, un hecho que a día de hoy parece más cerca que nunca.
Sin fisuras. Nada concreto contra Araújo
A pesar de que las autoridades policiales consideran a Julio Araújo, expareja de Sonia Iglesias, el principal sospechoso de la desaparición y muerte de la dependienta, las numerosas diligencias llevadas a cabo desde su imputación (que tuvo lugar casi un año después de los hechos) no han aportado nada concluyente, lo que hace que el caso se deslice lentamente hacia su archivo provisional.
La imputación dictada en su día por el titular del Juzgado de Instrucción Número 2 de Pontevedra, Xermán Varela, a instancias del fiscal jefe, por el supuesto delito de detención ilegal, se sustentaba en dos patas. La primera, la repetición del teléfono móvil del investigado en el entorno del monte Castrove en las horas siguientes al suceso, circunstancia esta que no tiene valor probatorio al existir probabilidades de que las señales se mezclen al hallarse en un ámbito urbano. La segunda es un informe psicológico elaborado con todo lujo de detalles por un equipo de agentes especializados de la brigada de Homicidios y Desaparecidos de la Policía Nacional con base en Madrid. Tal informe apunta hacia Araújo como principal sospechoso, pero tampoco parece prueba suficiente para incriminarle.
La familia de la joven perdió la esperanza y no pedirá nuevas diligencias
La familia de Sonia Iglesias declaró hace algunas semanas a este periódico que ha perdido toda esperanza de encontrar el cuerpo de su allegada y afirmó por boca de su portavoz, Maricarmen Iglesias, que no tienen previsto solicitar más diligencias.
«Creemos que, por desgracia, esto va a terminar por archivarse», señaló entonces la hermana de la desaparecida, que puso de manifiesto el descontento de la familia por el hecho de que la imputación de Julio Araújo y el traslado de los hechos al Juzgado de Violencia de Género se produjese con un año de retraso. «En ese tiempo puedes eliminar todas las pruebas que quieras», dijo.
Por lo que respecta a la Fiscalía Provincial, su intención es solicitar al menos una prueba más que por ahora no ha trascendido, con la idea de obtener al fin esa chispa que encienda la mecha de la que la Policía habló desde un principio pero que no pudo ser hallada en cuatro años de investigaciones, por lo que parece difícil que ahora se logren avances significativos.
La jueza
La titular del Juzgado de Instrucción 3, Rosa García Pardo, ya declaró en su momento en el auto mediante el que rechazó en un primer momento el asunto (posteriormente sería obligada a recibirlo por la Audiencia Provincial) que no apreciaba indicios de delito en lo actuado contra Julio Araújo hasta aquel momento. Esta situación no parece haber cambiado en nada en los últimos meses, pues las diligencias practicadas desde entonces no supusieron más que repeticiones de pruebas ya puestas sobre la mesa durante anteriores fases de la investigación.
Este hecho, unido a que la jueza instructora parece que tiene las ideas claras desde el principio y a la nueva solicitud formal de Jesús Santaló, podría desembocar en la inminente ‘desimputación’ de Julio Araújo.
