Hallado en Pontevedra el primer esqueleto humano con dentadura completa

Las excavaciones arqueológicas previas a las obras de reforma urbana en el entorno del Teatro Principal de Pontevedra han dejado al descubierto restos de enterramientos de la iglesia de San Bartolomé O Vello, el más singular, un esqueleto humano de principios de siglo XIX, que presenta la dentadura completa, el primero de estas características que se encuentra en las excavaciones arqueológicas que en los últimos años se han ido realizando en diferentes zonas de la ciudad.

El director de esta excavación, Xaquín Ferrer significó que "éste es el primer esqueleto que aparece con la dentadura completa, data de las primeras décadas del siglo XIX, cuando la desamortización de Mendizábal, y no procede de fosas colectivas", al contrario de las que se hallaron en el entorno de la iglesia de Santa María la Mayor.

"De nuevo se repite la misma pauta de trabajos anteriores, son enterramientos muy austeros, con los muertos envueltos en sudarios y sin cajas, los esqueletos encontrados están colocados boca arriba, con los brazos en cruz y la cabeza ligeramente ladeada", afirmó Ferrer que recordó que este hallazgo se suma a los aparecidos dentro de las obras de reforma del conocido como arrabal de Santa María, en donde se han retirado más de ciento cincuenta esqueletos.

Además otros trabajos arqueológicos, los que se desarrollan en el entorno de las ruinas de Santo Domingo también son hoy noticia por el descubrimiento de un rosario de oro entre los restos de una necrópolis del siglo XV.

Según explicó el arqueólogo director de la intervención, Xurxo Constela, "se trata de una pequeña cadena de metales nobles localizada en una tumba posicionada en dirección Norte-Sur, perteneciente a una de las capillas que se instalaron posteriormente anexas a la construcción principal de Santo Domingo".

Xurxo Constela indicó que "la evolución de estos trabajos ha permitido controlar ya nombres y advocaciones de las capillas laterales de esta iglesia, estando cada una de ellas a cargo de una familia", y destacó que algunas de las tumbas se encuentran muy deterioradas por obras contemporáneas como la construcción del Instituto Valle Inclán, o más recientemente, el aparcamiento subterráneo de la avenida de Montero Ríos.

Tras un mes de trabajo, los arqueólogos han superado la primera fase más superficial de la intervención, que abarca un área de casi 900 metros cuadrados y está dividida en dos sectores, el menos extenso, de 150 metros cuadrados, es el que coincide con el entorno de las Ruinas de Santo Domingo y está siendo el más productivo.

En este ámbito se ha redescubierto el cementerio exterior de la iglesia conventual, así como restos de los cimientos del antiguo templo que se extendía, entre los siglos XIII y XIV, en toda su plenitud por los terrenos que hoy ocupa el Instituto Valle-Inclán.

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