El vicepresidente de la Deputación de Pontevedra, José Manuel Figueroa, desveló que Xestur tiene problemas de liquidez y se encuentra "en quiebra técnica", ante lo que el portavoz del BNG en la institución provincial, César Mosquera, le replicó pidiéndole que explique los justiprecios fijados para las expropiaciones de los terrenos del polígono Barro-Meis, localidades donde gobiernan los 'populares'.
Con todo, Figueroa no concretó la situación de Xestur y remitió a una rueda de prensa que anunció para el próximo lunes para dar a conocer más detalles de su denuncia.
El cruce de acusaciones se produjo en el transcurso de un pleno provincial, que se prolongó tres horas debido al debate entre ambos, aunque inicialmente el orden del día no contaba con un elevado número de puntos.
"Xestur está en quiebra técnica en estos momentos", aseguró Figueroa, quien añadió que hasta el momento estuvo callado por "responsabilidad política", ya que él pertenece a Xestur.
Tras invitar a los periodistas a "que investiguen", José Manuel Figueroa añadió que Xestur "no tiene dinero ni para pagar las urbanizaciones ni las obras, porque un porcentaje elevado de las empresas, por encima de un 60 por ciento está renunciando al terreno industrial que tenían concedido".
Sustancias "psicotrópicas" en el agua
Ante esta acusación, Mosquera le interpeló por los justiprecios establecidos por el jurado de expropiaciones al respecto al polígono de Barro-Meis, en donde sugirió que los cobros efectuados no se ajustaron a la realidad de las fincas.
La intervención de Mosquera causó cierto malestar a Figueroa, quien en una réplica de 40 minutos repasó la gestión del BNG en la Xunta, en un tono que llevó a Mosquera a reflexionar sobre el hipotético contenido de "sustancias psicotrópicas en el agua" que los diputados estaban consumiendo.
