PONTEVEDRA. «Empezamos desde cero, sin ningún apoyo, y continuamos como podemos, que es bastante mal». Así explican Gussy y Montse, las responsables de la asociación pontevedresa Adopciones Galicia, la situación en la que se encuentran desde que comenzaron su actividad, hace ya tres años.
Sabiendo que les va a ser imposible mantenerlos, la recogida de perros está bastante parada, pero siempre hay casos excepcionales, y cuando encuentran a una pequeña gata abandonada en la calle no pueden hacer más que acogerla. En este momento solo cinco animales buscan adoptante (uno de ellos lleva ya un año esperando encontrarlo), pero la asociación arrastra los gastos de quince perros más, que ya tienen asignada una familia pero que están todavía en el proceso previo a su entrega.
«Generan gastos de alimentación, porque mientras no están completamente listos los tenemos en casas de acogida. Nosotros los damos a las familias desparasitados, vacunados, esterilizados. El ultimo eslabón es el chip, que es obligatorio», cuentan las encargadas del colectivo pontevedrés. Lo que más cuesta es financiar la esterilización de los perros. «La mitad la paga el adoptante y la otra mitad nosotros, pero ahora nos vemos tan agobiados que hemos estado pidiendo que la paguen totalmente».
Al no contar con ningún tipo de ayuda, el dinero para realizar su labor les llega de donativos que recogen en huchas colocadas en distintos locales de la ciudad y de los rastrillos que organizan, unos cuatro por año. Por primera vez, esperan además hacer un sorteo de una cesta solidaria estas navidades.
Pero, sobre todo, lo que necesitan es conseguir socios (cualquier interesado puede contactar a través de su Facebook o en la dirección de correo [email protected]) concienciados con la causa, que les permitan tener unos ingresos fijos para seguir luchando contra el problema social del abandono. «Cualquier cifra es buena para nosotros porque nos ayudaría a avanzar en las esterilizaciones y entregar a los cachorros a sus familias», declaran.
