La Batalla de Flores desata emoción, confeti y mucha alegría en las calles de la Boa Vila

Una niña en la carroza de las princesas tirando bolsitas de confeti a las personas, al lado del Hospital Provincial. fotos: alba sotelo
photo_camera Una niña en la carroza de las princesas tirando bolsitas de confeti a las personas, al lado del Hospital Provincial. fotos: alba sotelo

Las caras de emoción de los más pequeños invadieron las calles pontevedresas ayer por la tarde, al paso de la Batalla de Flores, que como cada año, repartió miles de paquetitos de confeti, serpentinas y mucha felicidad.

Las nubes negras que amenazaron en el cielo antes del desfile finalmente dieron una tregua, en la que incluso salió algún rayo de sol.

Muchos niños se pegaban a las vallas de seguridad con cara de ilusión, mientras otros cogían los paquetes de confeti con nerviosismo para tirar las serpentinas al aire.

La carroza de Los Increíbles abrió el desfile, acompañada de gigantes y cabezudos y el grupo de gaitas Os Dalgures.

Un carrusel de caballos, Bob Esponja, osos panda con ambientación oriental, Monstruos S.A, Piratas del Caribe y unas guapas princesas vinieron a continuación. La cabalgata la cerraron una impresionante carroza de Aladdin y por último, la más deseada, la de la película Frozen, que desató algún grito de histeria a su paso.

Además de las carrozas, los grupos de animación también le dieron vida a la cabalgata. La gran locomotora y los trajes de plantas, fórmula uno y Angry Birds hechos con globos llamaron un año más la atención.

La Banda do Galo de Barcelos, la agrupación Airiños de San Xulián, Os Alegres o la charanga Barafunda pusieron el toque musical al recorrido.

Las grandes pelotas rojas y los monociclos provocaron risas y juego entre los más pequeños. Por el contrario, algunos se asustaron e incluso comenzaron a llorar al paso de los vikingos con fuego de Troula Animación, quienes a menudo tenían que recordar «¡no pasa nada, somos payasos!».

La animación y el público se mantuvieron durante todo el recorrido, desde la calle Xosé Malvar, pasando por Loureiro Crespo, Cobián Areal y Uxío Novoneyra, hasta el final de Eduardo Pondal, donde muchas de las carrozas ya habían agotado sus existencias de confeti y serpentinas.

más empleo. La concelleira de Festas, Carmen da Silva, afirmó que el presupuesto para este evento se encuentra dentro del global para todas las fiestas, aunque «son as mesmas cantidades que en anos anteriores».

En cuanto a la contratación de las empresas, Da Silva manifestó que se intentó «dar traballo ao maior número de empresas posible contratándoas para as distintas tarefas».

Los grupos Airiños de San Xulian, Os Dalgures, Os Alegres o la charanga Barafunda pusieron el toque musical al desfile

La seguridad y la limpieza, las preocupaciones previas

«Os nenos pensan que son carrozas máxicas, pero os adultos sabemos que son camións, por iso pedimos sempre a máxima prudencia por parte dos pais ou acompañantes», aseguró la concelleira de Festas, Carmen da Silva, en relación al operativo de seguridad desplegado para la Batalla de Flores.

Protección Civil colaboró con la Policía Local en once puestos para evitar el acceso de vehículos a las zonas por la que pasaba la cabalgata.

Al lado de cada una de las carrozas iba personal de Protección Civil para evitar cualquier tipo de accidente no deseado, como por ejemplo que los niños se metiesen debajo de los camiones para coger confeti y serpentinas. «Sempre extremamos as medidas de seguridade, pero cada ano máis», afirmó Carmen da Silva.

En total fueron 22 miembros de Protección Civil, con tres unidades móviles, los que velaron por la seguridad de los pontevedreses en la Batalla de Flores, que finalizó sin incidencias según informaron los voluntarios de la agrupación para la seguridad ciudadana.

Limpieza

Justo detrás de las carrozas venía el otro desfile, el de la limpieza. El Concello de Pontevedra puso en marcha, como todos los años, un operativo para que las calles por las que pasó la cabalgata volviesen a quedar limpias lo antes posible.

La actuación musical para niños en la Praza de España y el partido de fútbol en Pasarón que vinieron después, todavía apuraron más los trabajos de limpieza, con el objetivo de que no se creasen grandes colas por culpa de los cortes de tráfico.

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