La Brilat destinará a maniobras 30 de las 60 hectáreas que le cederá Salcedo

Pintos (centro) durante un ‘roteiro’ por el Monte San Martiño, con el cuartel de la Brilat al fondo. guille lópez
photo_camera Pintos (centro) durante un ‘roteiro’ por el Monte San Martiño, con el cuartel de la Brilat al fondo. guille lópez

PONTEVEDRA. El acuerdo definitivo que garantizará el asentamiento absoluto de la Brigada de Infantería Ligera Aerotransportable (Brilat) en Pontevedra está cada vez más cerca. La directiva de la Comunidade de Montes de Salcedo presentará la propuesta de convenio planteada por el Ministerio de Fomento para el alquiler de los terrenos que necesita para uso militar en la asamblea que tendrá lugar el próximo sábado 26, a partir de las 16.30 horas, en el colegio Igrexa.

Según el presidente de la entidad parroquial, Fernando Pintos, la oferta del departamento que dirige el ministro Pedro Morenés incluye «o que xa saíu nos medios de comunicación todo este tempo e está máis que trillado», como la superficie que necesitará la Brilat para la instalación del campo de maniobras en el que poder efectuar sus entrenamientos, que será de entre 60 y 63 hectáreas. La superficie exacta se concretará en la medición del estudio topográfico que está realizando la Comunidade de Montes. El resto de la actual superficie que utiliza la Brigada (110 hectáreas) queda reservado para uso vecinal y para aprovechamiento agroforestal.

El pacto propuesto por Defensa contempla un nuevo campo de maniobras de 30 hectáreas, que se trasladará en su integridad -incluida la réplica de la aldea afgana y el campo de tiro- a una ubicación alejada de las zonas pobladas con la intención de evitar que se repitan los perjuicios que ocasionaban las prácticas militares a la población civil. La zona de entrenamiento se desplazará hacia un emplazamiento más distanciado del actual campo de maniobras, hacia el lugar Castiñeiras, lindante con el municipio de Marín.

Demolición

«O lugar no que está na actualidade o campo de manobras terá que quedar libre de todo tipo de elementos militares», señala Pintos. Añade que «Defensa terá que deixalo todo rematado, incluído o derrubamento da aldea afgana, dentro dos prazos que fixarán os nosos técnicos e o noso asesor xurídico» y que figurarán en el texto del acuerdo.

«O importante -dice el presidente de la junta directiva de los comuneros- é que asemblea do vindeiro sábado aprobe o convenio na súa totalidade, que é o que nós pretendemos, e que se dea un carpetazo definitivo a este proceso».

En este sentido, confía en que se inicie un nuevo «proceso de normalidade, legalidade e entendemento» entre los vecinos y los militares, además de la «recuperación e posta en valor do monte, e que o campo de manobras deixe de prexudicar á poboación».

Pintos está convencido de que con la firma del pacto entre la Comunidade de Montes y el Ministerio de Defensa «todos sairemos gañando» porque la parroquia va a tener unos nuevos ingresos (1.800 euros por hectárea) que «permitirán crear postos de traballo e, ao mesmo tempo, a base General Morillo seguirá aí, no seu actual emprazamento».

Reunión dinámica

El orden del día de la asamblea en la que los comuneros aprobarán la cesión de entre 60 y 63 hectáreas al Ministerio de Defensa (por la que ingresará un canon anual de 108.000 euros) está compuesta por doce puntos, entre los que destaca la aprobación del plan de ordenación del monte y la cesión al Concello de una parcela en el Monte das Croas. «Intentaremos desenvolver unha asemblea dinámica para que remate nun tempo razoable e todo o mundo que queira poida ir a ver na televisión o partido de fútbol entre o Real Madrid e o Barcelona», indica Pintos.

El dirigente parroquial insiste en que «este proceso negociador convén rematalo canto antes para que Defensa poida comezar a facer os traballos para os cambios que terá que efectuar no campo de manobras. O pacto tería que estar feito hai tempo. Agora, por fin, imos darlle carpetazo».

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