PONTEVEDRA. Los vecinos del número 28 de la calle San Antoniño se vieron hoy sorprendidos por la caída de varios cascotes de escayola procentes de la fachada del edificio.
Tras acercarse la Policía Local al lugar de los hechos y comprobar que no existía ningún riesgo para los habitantes del inmueble, se optó por acordonar la zona para evitar exponer a los viandantes a la posibilidad de otros desprendimientos de piezas relacionadas con el edificio.
Las fuerzas del orden contactaron más tarde con los propietarios de las viviendas y con el administrador de fincas para avisarlos del suceso.
No obstante, como hoy era víspera de la Asunción, festivo a nivel nacional, se tomó la decisión de posponer cualquier intervención sobre la fachada hasta el viernes.
Los técnicos visitarán el edificio ese día para comprobar el origen de los cascotes y asegurarse de que no habrá ningún otro desprendimiento en el edificio.
