La conversión de Os Campos en un local social dependerá de la demanda que haya para utilizarlo

PONTEVEDRA. O Concello aún no decidió el uso que le dará a las instalaciones del antiguo colegio Os Campos, que ayer fue desbrozado por la Brigada de Jardines. Aunque apuesta por dedicarlo a fines de índole social (cómo lugar de encuentro de los vecinos del contorno o centro de actividades para asociaciones de carácter asistencial), su funcionamiento dependerá del interés que muestren los colectivos en la utilización de las instalaciones.

El concejal delegado de Mourente, Miguel Filgueira, que el próximo miércoles 9 comprobará el estado en el que se encuentran los inmuebles que componían el centro escolar, explica que tenemos «que tener mucho cuidado a la hora de abrir locales sociales porque al mejor a actividad que se podría desarrollar en ellos sería muy precaria».

«Temos que ter moi claro que é o que se vai facer cunhas instalacións como as dos Campos porque están moi preto da casa de cultura de Monte Porreiro, que aínda ten marxe para incrementar as súas actividades. Non está saturada», asegura.

Nueva asociación

Filgueira explica que entre las entidades que podrían estar interesadas en el uso de las instalaciones, que funcionaron durante varias décadas como centro educativo, se encuentra la entidad que quiere crear un grupo de vecinos de Mourente, que provisionalmente está utilizando el local social de Cons (situado junto a las instalaciones del Casino Mercantil) para sus juntas.

«Por parte do Concello non habería problema para acondionar o local dos Campos, pero a súa remodelación custa moitos cartos e non temos garantías de que haxa a demanda que sería necesaria para sacarlle a máxima rendibilidade», recalca el edil nacionalista.

«Tiñamos previsto destinalo a asuntos sociais e chegar a un acordo verbal para a súa cesión á Asociación de Síndrome de Down Xuntos. Pero coa crise e cos recortes nas subvencións botouse para atrás»,  remata Filgueira.

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