La crisis y la recesión del consumo desinflan el boom de las rebajas de verano

Gente en los establecimientos que iniciaron ayer el período de rebajas. javier cervera-mercadillo
photo_camera Gente en los establecimientos que iniciaron ayer el período de rebajas. javier cervera-mercadillo

No cabe duda, la euforia de los descuentos ha perdido fuelle. La campaña oficial de las rebajas de verano comenzó ayer en la ciudad dibujando un panorama bien distinto al de los tiempos de bonanza, cuando los cazadores de gangas guardaban cola en los establecimientos a primera hora de la mañana y las cajas registradoras echaban humo durante casi toda la jornada.

Ahora (el día de ayer no es una excepción) las ventas se suceden a un ritmo más paulatino, las tiendas están entre medio llenas y medio vacías y hasta es viable acudir al probador para garantizar una buena compra. Sobra sitio y las tallas más demandadas ya no vuelan como antaño.

Los descuentos siguen siendo igual de suculentos y, como otros años, ponen al descubierto el margen de beneficio que se cosecha durante el resto de la temporada. Los clientes se topan con rebajas de hasta el 70% en artículos que hace escasamente dos días estaban disponibles en las mismas estanterías.

Sin embargo, el gancho ya no es el mismo, porque el contexto tampoco es el que era. La recesión del consumo ha obligado a establecer prioridades y, salvo economías boyantes, ahora se mira todo con lupa, se escoge y se echa cuentas antes de pasar por caja. Es la tónica general de cada día y el principal hándicap del comercio local, que se pudo palpar ayer en el estreno de las rebajas.

Benito Corbal, la milla de oro por excelencia, registró un trasiego de gente constante durante todo el día, sobre todo a primera hora de la mañana y a lo largo de la tarde, pero no era difícil adivinar que el dispendio estaba siendo contenido. Las personas que salían de los establecimientos lo hacían con una media de entre una y dos bolsas (pequeñas), y las que entraban se paraban delante de los percheros, examinando con detenimiento todo lo que estaba a su alcance. Las valoraciones que trascendían durante la ruta de rebajas compartieron una conclusión: muchos descuentos apetecibles anunciados en el escaparate, pero a la hora de la verdad precios que siguen siendo inasumibles para muchas economías.

Previsiones de gasto

Las estadísticas van en la misma dirección y confirman este gasto contenido. La Federación Provincial de Comercio calcula que los pontevedreses invertirán en la campaña de rebajas una media de 50,04 euros, una cifra que se aleja considerablemente del promedio de entre 80 y 100 euros que se invertía hace unos años.

La previsión del gasto en los ayuntamientos de la comarca es similar, de 49,44 euros por persona. Entre ellos, destacan los casos de Poio, el municipio que más se acerca a Pontevedra, con una media de 49,18 euros, y Campo Lameiro, que cierra la clasificación con un promedio de 46,15 euros.

La parte positiva es que la Federación Provincial de Comercio calcula que la campaña de rebajas de verano terminará con balance positivo y que las ventas crecerán un 6% respecto a las del año pasado. Como resultado, la entidad que preside Antonio Reguera estima que los negocios capitalinos recaudarán 4,1 millones de euros durante la época de descuentos y que a nivel comarca se hará una caja de unos 6,1 millones de euros.

Los establecimientos de la comarca de O Salnés ingresarán, según estos mismos cálculos, 5,3 millones de euros, aunque la que se llevará la palma será la de Vigo, en la que se prevé una recaudación de 21, 5 millones. En el resto de la provincia se augura un gasto de unos 14,7 millones.

Sobre todo, ropa

Según las encuestas realizadas por la Federación, la mitad de las compras que realizarán los pontevedreses (52%) serán para adquirir ropa en alguno de los establecimientos del textil. El 28% de las adquisiciones serán de calzado, el 8% de electrodomésticos, el 7% de muebles y el 1% de productos de droguería. Otro 4% serán de artículos varios.

Otra de las indagaciones realizadas por la entidad comercial tiene que ver con los hábitos del consumidor, sobre todo, con su participación o no en las campañas de descuentos. Las conclusiones que arrojaron las consultas son que el 39% de los pontevedreses compran mayoritariamente fuera de la campaña de rebajas, el 28% fuera de estas temporadas de descuentos y el 24% indistintamente, en función de sus necesidades. El 9% restante no respondió.

Recomendaciones

Aprovechando la evaluación del primer día de rebajas, la Federación Provincial de Comercio recomienda al consumidor que antes de comprar vea y analice lo que están a punto de adquirir. «Hay verdaderas gangas en los establecimientos comerciales, pero hay que saber buscar y no hay que dejarse llevar por el impacto de la publicidad de los primeros días de rebajas», advierte la entidad.

La provincia reúne 12.600 comercios, de los que la gran parte están dedicados al sector textil. Algunos permanecen abiertos desde hace años, pero muchos otros son de reciente incorporación y apuestan por un segmento de población determinado.

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