La debacle electoral aviva la guerra por el control de PP y PSOE en Pontevedra

La debacle electoral europea ha avivado la guerra por el control de PP y PSOE en la ciudad de Pontevedra de cara a la próxima cita con las urnas: las municipales de 2015. A pesar de que los datos del domingo, que constataron una caída de más de 16 puntos para ‘populares’ y socialistas, no son extrapolables a unos comicios locales, lo cierto es que los sectores críticos se muestran preocupados por el proyecto de los actuales líderes de ambos partidos.

Por el momento, ni PP ni PSOE tienen candidato para las municipales del año que viene. Mientras que los primeros están pendientes de la convocatoria del congreso local que podría confirmar a Jacobo Moreira como aspirante a la Alcaldía, los segundos miran de reojo los nuevos cambios en la dirección federal tras la anunciada retirada de su secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, un hecho que condicionará el calendario para la elección de candidato en Pontevedra.

Militantes de ambas formaciones consultados por este periódico cuestionan el tirón de Moreira y del actual secretario local del PSOE, Agustín Fernández, que lleva seis meses en el cargo. El líder socialista se enfrenta además a las críticas explícitas de la corriente alternativa de su partido que, entre otros impulsa el exconcejal pontevedrés José Manuel Valcárcel.

«Aínda que os datos das europeas non son aplicables a unhas municipais, o que si é certo é que o resultado do PSOE en Pontevedra foi catastrófico. Cómpre un cambio de modelo, de proxectos, de nomes», aseguró ayer Valcárcel, que cree que a pesar de haber sido elegida en diciembre del año pasado, la dirección del partido a nivel local debe cambiar de rumbo. «Nós seguiremos presentando alternativas», advirtió el exedil, que recordó los apoyos que la corriente que él defiende tiene entre los militantes. De hecho, Agustín Fernández fue elegido secretario local del PSOE por solo 13 votos de diferencia con su rival.

Las alternativas

El presidente provincial del PSOE y primer teniente de alcalde de Pontevedra, Antón Louro, reconoció ayer la caída de su partido. «Sufrimos unha derrota sen paliativos a nivel estatal, autonómico, provincial e local. (...) Agora temos que reconstruír o partido e topar unha persoa o máis adecuada posible para liderar a nova etapa que se vai iniciar», manifestó el dirigente, que aplaudió la decisión de Rubalcaba. «É un político brillante e excepcional».

Louro ha tomado buena nota del auge de partidos como Alternativa Galega de Esquerda (AGE) y Podemos en la capital tras los comicios del domingo. «Hai que telos en conta nas eleccións locais tanto nos estudos previos coma nas estratexias», advirtió.

El empuje de los partidos emergentes no es visto como una amenaza para el alcalde de Pontevedra. Miguel Anxo Fernández Lores, que es el único candidato claro para las municipales de 2015, defendió ayer el proyecto «claro e definido» del BNG frente a las citadas formaciones de izquierdas. «Todo o mundo ten a liberdade de presentarse e plantexar propostas. Eu estou aquí para tentar mellorar a calidade de vida dos pontevedreses», recalcó.

El regidor nacionalista dijo estar «moderadamente satisfeito» con la mejora obtenida por su partido en las europeas del domingo, aunque solo en la ciudad, donde cosechó un 1,42 por ciento más de votos respecto a la misma cita de 2009. «Eu admito que a xente opine doutra maneira. Pero que forzas políticas como o BNG están ‘demodé’... Iso si que non», afirmó en clara referencia al respaldo del electorado a AGE y Podemos, a los que le faltaron pocos sufragios para igualar al Bloque.

Aunque ni AGE ni Podemos tienen candidato para las próximas municipales, el portavoz del PP en Pontevedra, Jacobo Moreira, cree que ambas fuerzas deberán ser tenidas muy en cuenta en 2015. «El fraccionamiento del voto entre distintos partidos nos obliga a trabajar más para conseguir la mayoría absoluta en Pontevedra», aseguró el edil ‘popular’, que cree que si se extrapolan los resultados de las europeas a los comicios locales del año que viene, la capital de las Rías Baixas estaría gobernada «por un tripartito o un cuatripartito, lo cual sería desastroso».

Moreira, que defendió la «solidez» del PP como formación «unidad que aglutina a un espectro bastante amplio de la sociedad», destacó la victoria de su formación pese a la sangría de votos del domingo (ver gráfico). «Pese a todas las decisiones difíciles tomadas por el Gobierno, seguimos ganando las elecciones», concluyó el jefe de la oposición tirando de argumentario.

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