La plantilla de Tréves, en huelga desde el pasado 24 de octubre, está recibiendo estos días una carta urgente del director de la compañía en Galicia, Ramón Garza, en la que se reclama «un retorno inmediato a la habitual situación de normalidad en las relaciones laborales en nuestra fábrica».
La patronal considera que las reclamaciones y las movilzaciones celebradas por la plantilla en la última semana han supuesto un «gran prejuicio» a la empresa y una «fuerte pérdida de imagen y credibilidad ante nuestro cliente», de ahí su llamamiento a una vuelta general a los puestos de trabajo. «Esta dirección no puede ni debe asumir esta pérdida de competitividad», subraya el director de Trèves Galicia.
Otra de las peticiones que traslada el comunicado es que los trabajadores sean partícipes de «los difíciles momentos» que vive la compañía y de que todos sean conscientes de que el conflicto laboral tiene lugar «en uno de los peores momentos de la historia» de Tréves. «Como todos ustedes saben, nuestro cliente se está batiendo duramente para conseguir nuevos proyectos para su factoría de Vigo con todo el apoyo de las fuerzas políticas e industriales de Galicia, con la implicación que ello tiene para todo el sector», señala Garza.
El último párrafo de la carta es para recordar que, debido a la crisis y las condiciones del mercado, se ha cosechado un volumen de ventas menor a lo esperado, «que no ha acompañado para mantener unos resultados de viabilidad» y que ha supuesto «sacrificios para todos».
Trabajadores
Pese a la aparente contundencia del escrito, este no ha cogido por sorpresa al presidente del comité de Tréves, David Couñago, que ayer recordaba contactos similares en conflictos muy parecidos: «Vén dicindo o mesmo que sempre nos entregan en todos os conflitos, pero coa diferenza de que non estamos na planta e non podemos recibila en man. É lamentable».
En palabras del portavoz sindical, el mensaje trasladado por la compañía no restará peso a las reclamaciones de la plantilla ni acortará la huelga indefinida iniciada hace más de una semana. «Os traballadores non pasarán por aí», advirtió.
A su juicio, la solución pasa por la aplicación de mejoras en el convenio y la aceptación de las reivindicaciones de los trabajadores, que piden un aumento salarial y una mayor carga de trabajo, entre otras cosas. Por el momento, las posturas de la patronal y los operarios están alejadas, aunque no se descarta poner punto y final al conflicto a partir del próximo lunes. Todo depende de lo que ocurra en la siguiente reunión (prevista para principios de semana) y las citas venideras, en las que volverá a estar presente la mediación de la Xunta. A falta de conocer su resultado, PSA Peugeot Citröen ha decidido prolongar la parada de las líneas de producción de monovolúmenes hasta el próximo martes, día hasta el que está garantizada la continuidad de la huelga de la fábrica de O Campiño.
