La economía sumergida de la provincia es igual al 27% del PIB

PONTEVEDRA. La tasa de economía sumergida de la provincia alcanzó en el año 2012 el 27% del Producto Interior Bruto (PIB), superando a la media gallega, que se situó en un 25,6. En Galicia, la provincia con más fraude es Lugo, donde la cifra alcanzó el año pasado el 30,1%, según un informe del sindicato de técnicos del Ministerio de Hacienda, Gestha. Ourense registró un 28,2% y A Coruña un 22,7%.

En el análisis de los datos, destaca el incremento de la economía sumergida desde el comienzo de la crisis. En el año 2008, la tasa en Pontevedra era de un 18,7% del PIB de la provincia, lo que supone que en solo cinco años aumentó 4,3 puntos.

Según se desprende de este estudio, el índice de economía sumergida gallega supera al nacional, que se sitúa en el 24,6%, superando los 253.000 millones de euros.

En un análisis de los datos nacionales, el informe revela que el volumen de la actividad económica en negro aumentó de media unos 15.000 millones de euros anuales desde el inicio de la crisis en 2008, cuando la tasa se situó en el 17,8% del PIB. Sin embargo, en 2009, considerado como el momento más duro de la recesión, el dinero oculto se disparó en más de 27.000 millones de euros, tanto como los dos ejercicios siguientes juntos.

Este importante incremento se debió en gran medida al efecto arrastre provocado por el ‘boom’ inmobiliario, ya que en los años previos logró crear una gran dependencia de la economía española ligada a este sector y fue imposible cortar por lo sano en los primeros momentos de la crisis económica y financiera.

A la crisis del ladrillo le siguieron otras causas que influyeron de modo decisivo en el aumento del fraude, como el espectacular repunte del paro (la tasa de desempleo se triplicó hasta alcanzar el 26% de la población activa a finales de 2012), las subidas de impuestos que no fueron acompañadas por un eficiente control tributario y la multiplicación de casos de corrupción política y empresarial.

Además, a estos factores se sumó uno transversal, que es el masivo uso de billetes de 500 euros en el territorio nacional, representando el 73,7% del efectivo en circulación y el 14% del valor de todos los billetes de 500 que se manejan en la zona euro. Estos billetes son el instrumento preferido por los defraudadores para saldar operaciones al margen del fisco.

El efecto capital

El estudio hace hincapié en el peculiar caso de Madrid, que registra una tasa de economía sumergida «llamativamente baja», del 17,3% de su PIB, la más moderada del país. Este fenómeno se explica por la elevada concentración de grandes empresas nacionales y extranjeras y grandes fortunas, que concentran los ingresos tributarios de sus actividades en esta provincia mientras que gran parte de su negocio se genera en otras autonomías. De hecho, en Madrid tienen su sede el 60% de las 100 mayores corporaciones empresariales del país, muchas de las cuales eluden el pago de impuestos a través de las prácticas fiscales abusivas como las exenciones fiscales.

El mayor aumento del fraude se registró en las autonomías más castigadas por el desempleo, como Andalucía, Castilla- La Mancha, Extremadura, Canarias y parte del Levante español, aunque también se dejó sentir con intensidad en zonas tradicionalmente con un menor dinamismo económico, como las zonas rurales y de interior de Galicia y Castilla y León.

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