La familia Charlín recupera en una subasta parte de los bienes que le fueron embargados

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La familia Charlin recuperará parte de los bienes que le fueron embargados, concretamente varios terrenos y la depuradora de mariscos SOCHAR S.L, ubicada en A Illa de Arousa, que hoy fueron subastados en el Juzgado de lo Social Número tres de Pontevedra.
Natalia Somoza Charlín pujó en la subasta y se hizo con los dos lotes por un total de 800.000 euros, que habrá de abonar en un plazo máximo de 20 días. En caso contrario, los bienes que hoy fueron subastados volverán a manos de las trabajadoras, que reclaman a la empresa regentada por Teresa Charlín el pago de salarios e indemnizaciones por valor superior a los 2 millones de euros.
Las trabajadoras recibieron con aplausos en resultado de la puja y se mostraron "felices por recuperar al menos la tercera parte de lo que se les adeuda", explicó su abogada Isabel Barbero.
El primer lote subastado, que incluía la depuradora, fue valorado en 195.000 euros y Natalia Somoza Charlín mantuvo la puja sin titubeos hasta que le fue adjudicado en 500.000 euros.
Sin embargo en el segundo lote, compuesto mayoritariamente por fincas que se valoraron en 103.00 euros, la representante de la familia Charlín tuvo dudas y cuando la abogada de las trabajadoras llegó a ofrecer 170.000 euros dijo al juez: "pues que se lo lleven ellas".
No obstante, inmediatamente reaccionó su madre, Teresa Charlín, y le ordenó seguir pujando hasta llegar a los 296.000 euros de la adjudicación, tras lo cual la abogada de las trabajadoras reconoció que en ese momento pasó "miedo", porque pensó que no iban a seguir pujando.
Tras reiterar que todo el dinero obtenido en la subasta irá para las trabajadoras, Isabel Barbero se mostró "confiada en que el Supremo y la Audiencia Nacional dejarán libres otros bienes de los charlines, para que puedan ser subastados y las trabajadoras recuperen el 100 por ciento de lo que se les adeuda desde el año 1994".
Finalmente la abogada lamentó que no hubiera más personas interesadas en los bienes que salieron a subasta, lo que atribuyó a un "defecto en la convocatoria". En la actualidad el juzgado no anuncia las subastas, que anteriormente se publicaban en el BOE y la prensa, y la letrada entiende que esa "falta de publicidad" perjudica a las trabajadoras.

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