PONTEVEDRA. Ni el mal tiempo ni la manida crisis económica impiden el auge de las peregrinaciones a través del Camiño Portugués. Los datos del número de caminantes que pasaron por Pontevedra durante la Semana Santa confirman el incremento del número de visitantes que recorren esta vía jacobea como una forma de compaginar sus creencias religiosas y la devoción que profesan al Apóstol con unas vacaciones que resultan mucho más baratas que las tradicionales: las de viaje en coche o avión y estancia en hotel.
La asociación Amigos do Camiño Portugués, que gestiona el albergue de Otero Pedrayo, atendió en marzo a 780 caminantes (en su mayoría durante los días festivos de la última semana). "Uno de cada tres peregrinos de los 3.000 que obtuvieron la compostela (acreditación que reciben los caminantes cuando llegan a la catedral compostelana) el pasado mes pernoctó en el albergue de Pontevedra", destaca con satisfacción Tino Lores Rosal, presidente del colectivo jacobeo.
Las inclemencias meteorológicas que frustraron la mayoría de las procesiones que tenían previsto salir en Semana Santa no impidieron las caminatas. "A pesar de la lluvia hubo más peregrinos que en marzo de 2012, alrededor de un centenar más, en su mayoría jóvenes", precisa Lores. Añade que el perfil del peregrino está cambiando. "Ahora suele ser gente joven, universitarios o escolares (principalmente de España, Portugal, Estados Unidos e Inglaterra) que aprovechan estas fechas para recorrer el Camiño Portugués como viaje de fin de curso".
